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Amistades peligrosas: Capitulo 4


Amistades Peligrosas

 

Capitulo 4: Siempre hay una estrella que brilla más que las otras.

 

 

 

El sonido de la alarma. Y Jaejoong prácticamente se sentó sobre su cama.

 

Pasó una mano sobre su rostro y sonrió. Apagó la alarma, con el ánimo renovado y dispuesto a que este definitivamente fuera un buen día. Solo había unos pequeños impedimentos en su vida.

 

Como Jung Yunho, pero él no importaba, su primera semana no acababa y por tanto él tenía la oportunidad aún de arrebatarle su lugar al odioso ese. Por que le haría pagar a como diera lugar cada una de sus humillaciones.

 

Sin contar con que ese acercamiento que parecía tener con el hermano de su mejor amigo, Choi Siwon. Era todavía más insoportable. Así que en resume Yunho y todo lo que lo rodeaba en su burbuja de perfección era fastidioso.

 

Decidió respirar profundo y olvidarse de él. Lo vencería a como diera lugar; Por que Kim Jaejoong había nacido para ser popular, y nadie, absolutamente nadie lo alejaría de su camino, ni siquiera ese odioso con ínfulas de rey.

 

 

 

 

—Mi vida es un asco.

 

Junsu renegó, por quinta vez en esa mañana, apoyando la cabeza en el hombro de Heechul, quien únicamente bostezó, ambos lo suficientemente cansados como para poder siquiera mostrarse medianamente bien.

 

Entre el lugar sucio, lleno de polvo, las ratas y las cucarachas asquerosas. Entre tratar de limpiar hasta que ese lugar quedara medianamente habitable como para poder siquiera dormir. Asunto que terminó en casi las cuatro de la mañana.

 

Ambos solo estaban con demasiado sueño, con Junsu renegando ante el asunto de asumir que antes tenía al mundo a sus pies y ahora era sencillamente pobre. Ambos sentados en una de las bancas en los pasillos cercanos al estacionamiento. Esperando que las clases empezaran.

 

—Creo que buscaré un trabajo.

 

Junsu de inmediato se alejó, mirando a Heechul y arrugando el entrecejo.

 

—¿Qué? Por supuesto que no. No es necesario.

—Tenemos lo suficiente para vivir, pero sé que a ti te faltaran muchas cosas que antes…

—Que no Heechul, mientras estés conmigo está todo bien.

 

Junsu tomó la mano de Heechul, apretándola suavemente y volviendo arrimar su cabeza en el hombro del mayor, esta vez Heechul suspiró. Dejando el tema momentáneamente de lado.

 

 

 

 

Si había una ventaja de que su padre tuviera tantos autos; Esa era que podía tomar el que le diera la gana, a excepción claro de los clásicos. Esa mañana Siwon optó por dejar la moto y salir en el Peugeot azul.

 

Con la música a un volumen considerable, cantando de vez en cuando y con aquellas gafas regalo de Yunho en las vacaciones. Justo en ese momento. Choi Siwon sentía que su vida si bien no era perfecta; Lo parecía.

 

Al entrar al estacionamiento del instituto bajó un poco sus gafas, Junsu y Heechul permanecían sentados en una de las banquetas, aparentemente muy cansados a pesar de muy temprano en la mañana.

 

Sus instintos golpearon en su cabeza, por acelerar y empapar de agua al odioso de Heechul con aquel charco de que había cerca. Más la presencia de Junsu lo detuvo; Solo por que el menor le caía bien y parecía tener madera de popular.

 

Decidió estacionarse cerca, apagó el radio y se quitó las gafas, con la mochila en la espalda y una sonrisa en los labios, a pesar del montón de miradas se acercó donde los dos y amplió un poco más su sonrisa.

 

—Hey, Junsu. ¿Qué tal el día, por qué luces tan casado?

 

Junsu restregó un poco sus ojos, sonriendo un poco e irguiéndose, como si en realidad no lo hubiera visto llegar.

 

—Oh, hola Siwon, no dormí lo suficiente.

—Ya veo, ¿qué tal si los invitó un poco de donas y café antes de entrar a clases y…?

—Junsu, yo voy entrando. Nos vemos en clases.

 

Heechul, interrumpiendo sus palabras se levantó, depositando un corto beso en la frente de Junsu quien solo sonrió ante el gesto. No se tomó la molestia de mirarlo en ningún momento, solo se marchó.

 

Siwon apretó las gafas en sus manos. ¿Es que ese sujeto no se había percatado que se había rebajado alargando la invitación para los dos? Por eso es que ser amable era un asco. Lo miró alejarse, observando como la gente le abría paso, y lo admiraba.

 

Entonces decidió que debía impedirlo; A como diera lugar. Kim Heechul no podía ser popular.

 

—¿Sigue en pie lo del desayuno?

—Oh, si claro. ¿No comiste bien?

 

—No, me levanté algo tarde.

—Ya veo…

 

Y a pesar de que Junsu le hizo un poco de conversa, justo en ese momento Siwon solo pensó y regresó su mirada a aquel pasillo por el cual Heechul se había marchado, arrugó el entrecejo y se obligó a dejar de pensar estupideces.

 

 

 

 

Cuando Jaejoong entró a su respectivo salón, la sonrisa en su rostro desapareció.

 

Cambió por una mueca inestable, mientras arrugaba el entrecejo; Jung Yunho se encontraba sentado en su lugar, rodeado como siempre por un montón de personas, mientras los ignoraba por completo y revisaba su celular.

 

Supuso que su estado de ánimo no podía cambiar cada que Jung interfiriera en su vida, así que optó por colocar la mejor de sus sonrisas y caminar hacía su puesto, cuando sintió varias miradas sobre él, la sonrisa en su rostro aumentó.

 

Por que si bien Yunho aún estaba rodeado por un montón de personas, Jaejoong se sintió complacido al notar que pronto también lo rodearon a él y seguramente eso había molestado a Jung; Le ganaría, le robaría su puesto en esa escuela a como diera lugar.

 

 

 

 

—¡Cuidado, cuidado!

 

Minho corría apresurado, con su cabello agitándose y la mochila sacudiéndose a su espalda, entre los muchos estudiantes que aún deambulaban por los pasillos. El idiota de su hermano se había ido sin avisar y de paso tenía clases a primera hora con el profesor más puntual y estricto de todos.

 

Cuando divisó la entrada de su salón pudo respirar profundamente, aumentando el paso para llegar, sin notar al muchacho que venía bajando las escaleras y al cual mandó al piso con el choque de sus cuerpos.

 

—¡Lo siento!

—No tendrías que pedir disculpas si fueras más cuidadoso, no eres el único que llega tarde.

 

Y la intención de extenderle la mano para ayudarlo a sentarse, murió ahí. Minho arrugó el entrecejo y apretó sus puños, cuando el muchacho en el suelo levantó la cabeza sus ojos se abrieron con sorpresa.

 

Changmin se levantó, visiblemente enojado y limpiando un poco su ropa y caminando hacía el salón, ignorándolo por completo. Minho pensó en lo sucedido en la forma estúpida en la que se había quedado observando al mayor.

 

…En lo bien que se había visto aquel rostro.

 

Sacudió su cabeza y volvió a correr, cuando entró al salón se percató que el profesor no había llegado, entonces suspiró tranquilo.

 

—¡Minho, hyung! Eso es llegar a tiempo.

—Tuviste suerte Oppa, el profesor como nunca se ha demorado.

 

Sonrió mientras ingresaba al salón y todos posaban su atención en él. Cuando divisó a Changmin, sentándose en su lugar, solo arrugó el entrecejo una vez más. Su voz arrogante, había sido molesto.

 

 

 

 

—Entonces primeramente analizaremos la idea principal de la escena quince, así que léanla con atención y luego empezaremos con el pequeño debate. Abran sus libros, por favor.

 

 

Siwon bufó con molestia, pasando una mano por su cuello y sinceramente no muy animado con la idea de tener que hacer algo en clase, entonces miró a Heechul, sentando en la otra columna, un asiento delante de él y la sonrisa volvió a sus labios.

 

Arrancó un pequeño pedazo de papel, y lo hizo una pequeña bolita que golpearía justo en aquel níveo cuello, pero antes de que pudiera hacerlo, notó como Heechul levantaba la mirada para verificar el lugar donde el profesor se encontraba.

 

Y luego de que hiciera eso, jaló el periódico debajo de unas hojas de su libro para poder ocultarlas, así que Heechul leía como podía el periódico y lo ocultaba con las hojas de su libro cuando el profesor se acercaba.

 

Siwon se intrigó, aquella actitud tan extraña y displicente en Kim, que el día de hoy parecía no tener la menor intención de pelear con él. Más bien parecía ocupado en algo más.

 

No notó el momento en que apoyó la quijada en su mano y lo miró, casi por todo el tiempo que el profesor les otorgó para leer. Por que había un algo en Heechul que lograba llamar su atención, tal vez la irrisoria idea de que lo pudiera ignorar con tanta facilidad.

 

 

 

 

 

Yoochun llevó la capucha de su abrigo sobre su cabeza y suspiró.

 

Anotando en su pequeña libreta un par de notas que se le venían ocurriendo en tanto cerraba los ojos. Pero cuando sintió a alguien sentarse junto a él en el pequeño abrió los ojos y suspiró.

 

Yunho estaba a su lado, arreglando el cuello de su camisa y con la mirada un poco distraída hacía adelante, cruzado de piernas con aquella pose elegante que tan bien se encargaban las instructoras de ética de imponer en su niñez.

 

—¿Qué sucede Yunho? ¿Te has escapado de tu burbuja de popularidad por unos segundos?

—Yoochun te necesito.

 

Y el cambio abrupto de conversación, logró llamar su atención. Yunho giró hacía él, mirándolo con firmeza y sin divagar en sus palabras.

 

—¿En serio? ¿Y cómo para que?

—Necesito que seas el chico popular de este año.

 

Y antes de que Yunho pudiera continuar. Yoochun estalló en risas, golpeando un poco sus piernas y pasando una mano por su nariz, pretendiendo que en realidad no había reído con tanta intensidad, por suerte Yunho únicamente enarcó una ceja.

 

—Oh, vamos… ¿Era en serio?

—¡Por supuesto que si!

 

—Ok, entonces aquí va mi frase cliché ideal para este momento: “Disculpa, ¡¿qué?!”

 

Yoochun se fingió entre sorprendido y ofendido. Yunho solo volvió a rodar los ojos, esta vez golpeando a Park en el brazo.

 

—¡Maldición! Hablo en serio.

—Yo también, ¿qué te hace pensar que voy a hacer algo como eso?

 

—¿Por qué somos amigos?

—¿Lo somos?

 

Cuando Yunho colocó ‘esa’ mirada. Yoochun suspiró.

 

—De acuerdo, te doy la oportunidad de explayarte.

 

—Bien, tú sabes que cada año hay alguien que destaca más, claro jamás que los chicos que ya son populares desde sus inicios, es decir; Siwon y yo. Por ejemplo, Minho hace dos años cuando entró al instituto.

 

—Dios… Esta es la charla más insulsa que he tenido en mi vida y lo peor es que tu lo haces parecer lo más importante del mundo, ¿es que hay un manual de toda esta estupidez de la popularidad y yo no me enterado?

 

Yoochun empezó a fingir que buscaba algo y Yunho se cruzó de brazos. En ese instante Yoochun comprendió que debía dejar de la ironía de lado.

 

—Continúa…

 

—La situación es que, necesito que tú seas ese chico popular de este año. Apenas estamos a inicios así que fácilmente podrías apoderarte de ese lugar, solo cambia totalmente tu apariencia. Puedes continuar siendo un insociable, por que todo ese misterio parece agradarle a las chicas, e imponte como el Park que eres.

 

—¿Solo cambia totalmente tu apariencia?— En esta ocasión fue Yoochun el que se cruzó de brazos y alzó una ceja. —¿Estas seguro de que esta es tu forma de pedir un favor?

—Sabes a lo que me refiero Yoochun, usa las ropas que sueles usar para las reuniones sociales, ropas menos holgada. Intenta hacer lo que nunca haces; Destacar.

 

—¿Enserio ésta es tu forma de pedir un favor? Por que es verdaderamente preocupante.

 

Yunho suspiró, mirando la hora en su reloj, y recordando que a veces la hora del receso era demasiado corta y en cualquier momento sus amigos comenzarían a buscarlo.

 

—Yoochun, nos conocemos por culpa de nuestros padres. ¿Lo recuerdas? Cuando éramos niños y nuestros padres nos presionaban para que nos volvamos los mejores amigos por nuestros apellidos, las empresas, la familia y no se cuanta tontería más. Prometimos que seríamos amigos pero por nosotros, no por que ellos lo exigían.

 

—Eso se llama extorción, Yunho.— El mayor únicamente suavizó un poco sus expresiones y Yoochun finalmente suspiró. —¿Todo esto es solo por no dejar que ese chico nuevo te gane, verdad? Para que no tenga oportunidad de arrebatarte tu lugar.

 

—Jaejoong no tiene nada que ver.

—Yo nunca mencioné a Jaejoong.

 

Fueron varios segundos de silencio; Yunho miró a Yoochun y él pareció no tener ningún tipo de problema en sostenerle la mirada, finalmente Yunho se levantó, arreglando una vez más su ropa.

 

—¿Me vas a ayudar?

—¿Debería?

 

—Deberías.

—…No lo haré.

 

En aquella firmeza en las palabras de Yoochun, Yunho encontró el talón de Aquiles de su plan. La verdad es que no había tan bueno, que aunque le doliera admitirlo, le pudiera dar pelea a Jaejoong al momento de la popularidad. Yoochun era el único que lo podía desafiar y además, vencer con facilidad.

 

—Bien, como quieras Yoochun. Pero que quede en constancia que tú una ves dijiste que éramos iguales, el dinero de nuestras familias no es una bendición es un gran peso sobre nuestros hombros, tu escape es la música, y el mío es este mundo de popularidad que puede que para ti no sea importante, pero para mi si. Mas de lo importante que pueda ser para el tal Jaejoong, por que para él es un capricho ser el centro de atención, para mi es la única manera de no volverme loco con las exigencias de mi padre.

 

Cuando Yunho se empezó a alejar, visiblemente serio y con un paso firme por los pasillos del edificio, Yoochun solo se apoyó en la banca y suspiró, mirando a su amigo alejarse, hasta finalmente perderlo de vista y cerrar los ojos.

 

—Demonios, ser amigo de Yunho siempre tiene más cosas negativas que positivas.

 

Pensó en su extraña amistad con Jung, y en que aunque apenas y se vieran unos cuantos meses al año debido a que él prefería viajar y vivir en otros países, en esta ocasión estaban en el mismo instituto así que debía conservar a su único amigo.

 

Suspiró una vez más y abrió los ojos.

 

—Bueno, quizá con todo esto de la popularidad y tal vez me deshaga de la psicóloga y toda esa tontería de que no valoro mi vida.

 

 

 

 

Minho adoraba la música.

 

Y su profesor era un amante de todo lo que tenía que ver con la música, y como cada año siempre había un prodigio en algún instrumento, el año pasado había sido él, con la guitarra, pero este año compartía salón con Shim y suponía que le arrebataría su lugar.

 

—Entonces, ¿quién nos quiere demostrar sus dotes musicales?

 

Los alumnos se miraron entre si, indecisos de levantar la mano. No es que Minho prefiriera el anonimato, pero el año pasado sus dedos habían sufrido lo suficiente tocando en cada clase las canciones preferidas del maestro.

 

Así que se cruzó de brazos y esperó.

 

Afortunadamente Shim se encontraba viendo su celular, observando sin hacer nada en particular, solo esperando. Y el profesor se dio cuenta de ello, arrugó el entrecejo y lo señaló.

 

—Muy bien Shim. Ya que no está haciendo nada productivo más que ver el celular, ¿Por qué no pasa adelante y nos muestra su talento?

 

Justo en ese instante Changmin cerró los ojos y respiró profundo, dejando el celular sobre su asiento y caminando hasta el pequeño escenario en el salón de música. Minho lo observó con cuidado, su pose elegante y firme mientras analizaba los instrumentos musicales frente a sus ojos.

 

A Minho le gustaba Yunho, siempre, desde siempre, desde que tiene memoria. Alguien tan admirable, amable y divertido que sus sentimientos algún día se formarían en ese extraño sentimiento en su interior que aún no podía definir con amor, por que le faltaban atributos.

 

Pero mientras miraba a Changmin, no podía evitar pensar en lo fácil que sería desarrollar algún tipo de sentimiento por él. No lo conocía, pero ese aire distante y tranquilo que emanaba lograba intrigarlo, lo suficiente como para querer acercarse a él.

 

Changmin tomó el violín, sentándose en una pequeña butaca, afinó un par de segundos, y entonces empezó a entonar una pequeña sonata. Maravillando al salón entero, con delicadas y nostálgicas notas.

 

Minho pensó; Que enamorarse de él fuera fácil, si no tuviera a Yunho en cada uno de sus pensamientos. De pronto sacudió su cabeza, percatándose que cada vez que se trataba de Shim pensaba demasiado, como si en realidad bastara con tomar una decisión.

 

El celular sobre el asiento de Shim empezó a vibrar, a moverse sobre el asiento e inevitablemente Minho deslizó su mirada hacía allá. Eso era lo que Changmin había estado esperando.

 

Changmin corrió hacía celular, saliendo del salón para poder contestar. El profesor gritó, seguramente lo castigarían por eso. Minho se percató, que debía ser muy importante aquella persona como para que a él no le importara nada más.

 

¿Quién era capaz de lograr que Shim se comportara así?

 

 

 

 

—Oh, Dios. Ya te extrañaba, soy tan feliz.

 

Yunho sonrió, mientras dejaba que Siwon lo siguiera abrazando con fingida emoción y las chicas alrededor solo pegaban pequeños grititos a lo ‘fan girl’. Ajusto los implementos que usarían en la clase de química sobre la mesa y suspiró.

 

—Por cierto, ¿hablaste con ese amigo tuyo que destruiría la oportunidad de Jaejoong para ser popular?

—Si… Pero no creo que haya funcionado…

 

Siwon entonces se alejó un poco, mirando a Yunho y profundizando su mirada.

 

—¿Quiere decir entonces que tenemos que vencerlo por las malas?

—No estoy muy seguro. Pero algo habrá que hacer.

 

Siwon levantó la mirada, un poco intrigado por el hecho de que Jaejoong apenas en unos días y ya estuviera siendo rodeado por tantas personas, llevó el lápiz sobre la mesa, moviéndolo inconscientemente.

 

—Si no tienes cuidado probablemente, puede cumplir su amenaza y quitarte tu lugar.

—Eso es imposible, pero jugar sucio siempre es una opción.

 

Yunho en ese momento miró hacía adelante, donde Jaejoong se encontraba, intentando escoger a su compañera de laboratorio de ese día. Sonrió de lado y en ese instante, tomó el pequeño frasquito de color verde en sus manos.

 

Y mientras el profesor escribía las instrucciones en su laptop, siendo mostradas a través del infocus, Yunho se levantó, discretamente, lo más que pudo ante el montón de gente que había rodeando a Jaejoong.

 

Jugó con el pequeño frasco en sus manos, la verdad es que no estaba muy seguro de lo que podía contener aquel frasco pero poco le importó en ese momento. Divisó a Boa, sentada a varios puestos leyendo un libro y al resto demasiados entretenidos en cualquier cosa.

 

Siwon le sonrió desde su lugar, con una ceja levantada y esperando, encontró el recipiente principal entre los elementos sobre la mesa, y con cuidado deslizó el pequeño contenido.

 

—Muy bien, chicos. ¡Vamos a trabajar! Lean con cuidado las instrucciones y la mejor pareja en realizar las instrucciones tendrá dos puntos extras en la primera lección.

 

Todos se movieron y Yunho regresó a su lugar junto a Siwon, incluso sintió pena por la chica que Jaejoong escogió como compañera. La suerte es que en las clases sin especialización los alumnos podían mezclarse entre salones.

 

Ni siquiera se molestó en empezar con su trabajo, Siwon tampoco. Por lo que en el instante en que Jaejoong empezó a ubicar los contenidos de su escritorio, y comenzó a mezclarlos debido a las instrucciones, Yunho se regocijó.

 

El humo que empezó a salir alertó primero a la compañera de Jaejoong que pegó un pequeño salto y se levantó. Pronto todos se alarmaron entre gritos y de la nada todo comenzó a rebosar, llenando de humo el lugar y espantando a sus compañeros.

 

—¡Salgan de aquí!

 

El grito fue lo que terminó por armar el escándalo, los alumnos salieron corriendo del salón, tapando sus bocas y entre risas por lo que ocurría. Jaejoong aún sin comprender lo que sucedía miró de un lado a otro, mientras el profesor también abandonaba el salón.

 

Cuando salió, incluso tosiendo un poco ante la falta de aire, lo primero que vio fue la amplia sonrisa de Yunho, quien arrimado en una de las paredes junto a Siwon parecía demasiado feliz.

 

—Mira nada más, aparte de invisible. Inútil.

 

Las risas se esparcieron, Jaejoong arrugó el entrecejo y se acercó de inmediato hacía Yunho, agarrándolo por la camisa y ajustándolo a la pared a su espalda.

 

—¡Fuiste tú! ¿Qué hiciste?

—No me eches la culpa de tu torpeza.

—¡Hice las cosas según las instrucciones! ¡Estoy seguro de que tú hiciste algo!

 

Yunho se soltó, logrando que Jaejoong retrocediera un par de pasos, aún con aquella mirada fija y molesta sobre su cuerpo.

 

—Yo no he hecho nada. Si no me crees es tu problema.

 

Entre la ira, la impotencia y la rabia que surcaba por sus venas, para cuando se dio cuenta, su propio puño se encaminó hacía la mejilla de Yunho, quien pareció sorprendido ante el inesperado golpe.

 

Todos guardaron silencio, Yunho lo miró como nunca antes. Con verdadero odio, y con una amenaza muy clara en los ojos. Para cuando pudo percatarse, Yunho estaba frente a él, con poco distancia entre ambos, agarrándolo por el brazo.

 

—¿Cómo te has atrevido a ponerme una mano encima? ¿No te das cuenta que solo eres un recién aparecido? Disque popular en su escuela para perdedores. Aquí no eres nadie, y no lo serás. Por que no lo vales.

 

Así de crueles, así de certeras fueron sus palabras, con el brazo doliendo debido al brusco agarre que Jung cerraba con su mano, y antes de que Jaejoong pudiera gritarle todo lo que se le pasaba por la cabeza, Yunho lo golpeó fuertemente en el estómago.

 

Tosió secamente, con el poco aire que pudo escapársele. Completamente adolorido.

 

—Eres… Un… Maldito.

 

Luego de eso todos se pusieron en alerta, por que Jaejoong no se quedó atrás y empezó a golpear a Yunho también, con la misma tensión e intensidad que ambos guardaban, desde el primer día que se encontraron.

 

 

 

 

—¿Lo escuchaste? Yunho Oppa se estaba peleando con el nuevo.

 

Minho se abrió paso entre todos los estudiantes que se podían cruzar por su camino, lo más rápido que sus piernas le daban con tal de llegar lo antes posible a dirección. Apenas el cambio de hora sonó, Yunho y Jaejoong parecían ser el chisme de ese día.

 

—Dicen que fue por que Yunho Oppa malogro el trabajo de Jaejoong Oppa en el laboratorio de química, pero yo creo que él haya hecho algo como eso.

 

Cuando por fin llegó al angosto pasillo, Yunho y Jaejoong permanecían sentados frente a la puerta de dirección, aparentemente esperando, con una silla vacía entre ambos. Yunho con los brazos cruzados y el entrecejo arrugado, en ese momento a Minho ni siquiera le importó ver a Jaejoong.

 

—¡Yunho!

 

Se sentó del otro lado, cuando pudo ver su rostro, estaba completamente molesto, y los moretones en su rostro eran notables, Minho tuvo que suspirar.

 

—¿Qué haces aquí Minho?

—Me enteré apenas hace poco, quise ver como estabas.

 

—Lo mejor será que te vayas, el director le advirtió a todos que no los quería ver por aquí o los castigarían.

 

El desplante repentino por parte de Yunho lo sorprendió, pero la sonrisa burlona en el rostro de Jaejoong mientras sacudía un par de cabellos que caían en su frente logró fastidiarlo, y ahora que lo notaba Jaejoong también se veía muy golpeado.

 

—Pero quiero estar contigo, hyung.

—El director en serio está molesto. No quiero que te castiguen, vete.

 

Cuando Yunho finalmente mostró la verdadera razón por la que no lo quería ahí, no pudo evitar sonreír, con su corazón latiendo algo acelerado. Jaejoong sin embargo solo alzó una ceja, mirando de reojo a ese par, sorprendido de que a Yunho le importara alguien más que no fuera él.

 

La sombra del profesor vista a través del pequeño vidrio en la puerta alertó a Yunho, el director se había levantado.

 

—Hyung si quieres yo…

—Minho y vete, el director va a abrir la puerta.

—Pero solo decía que…

 

Yunho entonces dirigió una de sus manos al cuello de Minho, suave y sorpresivamente, juntando sus labios con los del menor, en un corto y sencillo beso que hizo que Minho abriera sus ojos con sorpresa.

 

Jaejoong solo logró atorarse, con la poco agua que había empezado a beber distraídamente. Cuando Jung se alejó, Minho parecía paralizado. Con los ojos muy abiertos y las mejillas un poco ruborizadas.

 

—Ahora vete.

 

Y como si fuera mecánicamente, Choi asintió, levantándose de su lugar y marchándose cuanto antes de ahí. Jaejoong solo arrugó el entrecejo, ¿qué había sido todo eso? Pero la puerta se abrió. Y el rostro molesto del director se impuso.

 

—Muy bien, ¿otra vez por aquí?

 

Dos segundos después los dos estaban dentro de la oficina, Jaejoong no pudo evitarlo. Mirar de reojo a Jung quien parecía una vez más un bloque de hielo frente al director, como si en realidad no le importara nada más.

 

Jaejoong entonces no pudo entender, ¿a Yunho en realidad le gustaba ese niño? Era el hermano de su mejor amigo, siendo así quizá por eso no se atrevía a ir por él como debería.

 

Dos minutos después Jaejoong se recriminó así mismo internamente. Por estar pensando en estupideces en vez de concentrarse en salir bien librado de este problema.

 

 

 

—¿Entonces? ¿Te castigaron?

—¿Recuerdas que nuestros padres llamaron para que este año no nos trataran preferencialmente?

 

—Por supuesto.

—Pues me toca limpiar los pizarrones de todo nuestro edificio por un mes.

—¿Qué?

 

Siwon se detuvo, mirando a Yunho, quien todavía parecía muy molesto. Con unas curadas leves en su rostro gracias a la enfermera.

 

—¿Estás bromeando?

—¿Te parece que estoy bromeando?

 

Yunho retomó el paso, con la maleta en su espalda y feliz de que fuera la salida para poder marcharse a su casa cuanto antes. Sin embargo, Jaejoong parado en la entrada, con un montón de chicas alrededor de él, consolándolo por los golpes solo diluyó su buen estado de ánimo.

 

—Es insoportable, mi vida era perfecta hasta que ese intruso llegó.

—¿Te refieres a Jaejoong?

—No, a ti.

 

Siwon rodó los ojos, notando que el humor de Yunho había casi desaparecido, rogó por llegar cuanto antes a la entrada y por que el chofer de Yunho llegara cuanto antes, solo para evitar cualquier problema nuevamente.

 

Sin embargo cuando aquel Ferrari rojo se estacionó frente a ellos, llamando la atención de todos los estudiantes. Siwon levantó una ceja. Del auto se bajó un muchacho de cabellos negros algo largos, con gafas y una vestimenta casual que costaba seguramente una pensión en el instituto.

 

—¿Quién es él?

 

Se sorprendió al notar que Minho había llegado de repente y aún más cuando la sonrisa en Yunho volvió a aparecer, mientras se acercaba al dueño de aquel auto. Y cuando el muchacho se quitó las gafas, Siwon también sonrió.

 

—¿Cómo te saliste de clases?

—Uno por que puede.

 

Yoochun sonrió levemente y de inmediato los suspiros de las chicas se empezaron a escuchar. Justo en ese preciso instante Yunho sintió que había empezado a ganar, llevó una de sus manos a la espalda del menor y lo abrazó.

 

—Gracias Yoochun.

—No lo agradezcas mucho, que me extorsionaste con esa basura de la amistad.

 

Yunho rió, observando a Yoochun de pies a cabeza, convencido de que un poco de ropa siempre podía hacer un gran cambio, miró a Jaejoong y estaba todavía estupefacto, molesto probablemente. Solo en ese momento eso no le importó.

 

—Te invitó una copa en Blue Tak.

—Acepto, solo por que estas miradas ya me fastidiaron.

 

Yunho sonrió, se subió al auto y Yoochun lo hizo también. Miró a Jaejoong por el espejo retrovisor. Y él lo miraba también, su sonrisa se amplió. Por que derrotar a Jaejoong había resultado más fácil de lo que había pensado.

 

…Y Yoochun le estaba brindando de apenas empezar con su venganza por haberse atrevido a golpearlo, cuando ni siquiera su padre le había puesto una mano encima. No tomaría tiempo, por que Jaejoong había resultado un enemigo bastante endeble.

 

 

 

 

Jaejoong sabía lo que Yunho pretendía. Lo sabía muy bien.

 

Recordó el beso que Jung le había dado a Minho en la mañana y una idea surcó por su cabeza inmediatamente. Yunho no ganaría tan fácilmente y con un truco tan burdo como ese. En especial cuando había dejado en sus manos la opción de destruirlo desde adentro.

 

Alguna vez escuchó, si cortas la cabeza el cuerpo morirá.

 

Así que aprovecho el instante en que Minho parecía confundido mirando como Yunho se marchaba con aquel muchacho, ignorándolo por completo. Y lo tomó por el brazo, jalándolo lo más lejos posible donde nadie los pudiera escuchar.

 

—¿Qué sucede contigo? ¡Déjame!

 

Minho se sacudió, recuperando su brazo y mirándolo molesto por supuesto.

 

—Dime algo pequeño Minho, ¿en serio no crees que ya has sido lo suficientemente patético?

—¿Yo? ¿Patético? ¿Los golpes de Yunho te han dejado más idiota?

 

Jaejoong solo arregló la maleta en su espalda y sonrió.

 

—¿En serio no lo notas? Yunho juega contigo como le da la gana, te utiliza y es todo. ¿Sabes por qué? Por que sabe lo mucho que te gusta y se aprovecha de eso, hoy te besó, pero hoy también se marchó con ese sujeto.

 

—¿Intentas ponerme en su contra? No seas iluso.

 

Minho se cruzó de brazos y Jaejoong suspiró.

 

—Solo digo que Yunho te cambia con toda la facilidad del mundo, por que tú se lo permites. ¿Y sabes por que no te toma en serio? Por que eres el hermano de su mejor amigo, intocable más o menos.

 

Fue gracias a eso, que finalmente pareció tener la atención del menor, por que sus ojos se abrieron un poco más y sus expresiones estuvieron menos a la defensiva.

 

—¿Qué es lo quieres Jaejoong?

—Que todo el mundo deje de idealizar a alguien como Yunho, pero eso es algo en lo que no me vas a ayudar, ¿no?

 

—Por supuesto que no.

 

Minho volvió a ponerse tenso, esta vez cruzándose de brazos.

 

—Piénsalo Minho, todos estos años yendo tras él, ¿y no haber logrado ni un acercamiento?

—¿Tú como sabes eso?

 

—Todo el instituto lo sabe, no bastó más que preguntar y que me dijeran. Estas en boca de todos Minho. Por lo patético que eres y lo insensible que es Yunho al rechazarte todo el tiempo.

 

—Él no me ha rechazado por que yo no…

 

—¿Y el ser consciente de lo que sientes y tratarte como si nada no es rechazarte? Si te alejas de él, seguro que no lo notara. ¿Sabes por qué? Por que Yunho está seguro de tener a más gente de la necesaria a su alrededor.

 

Minho retrocedió, mirando a cualquier parte que no fuera el rostro de Jaejoong, ni a esa sonrisa victoriosa en los labios del mayor.

 

—No me interesa lo que alguien como tú me tenga que decir.

—Yo solo te estoy aconsejando. Yunho al irse ni te miró, ¿sabes por qué? Por que para él es más importante humillarme y destruirme que lo que pasó entre ustedes hoy.

 

Fue levemente, Minho levantó la mirada hacía aquellos ojos que lo miraban fijamente en ese instante. Pero contrario a lo que Jaejoong esperaba, Minho sonrió.

 

—¿Por qué te importa tanto Yunho hyung?

—¿Qué? No desvíes el tema… Yo no…

 

—Es curiosa la manera en que tu empeño por convertirte en el más popular se transformó en ganarle a Yunho hyung. Por que si me preguntas Yunho solo esta defendiendo su lugar y contrarrestando, ahora vas por mi, intentando alejarme de él a sabiendas de que me gusta y él podría corresponderme. ¿No sería más eficaz alejar a mi hermano de Yunho siendo que él es su mejor amigo, y el segundo más popular en el instituto?

 

El repentino razonamiento en el menor sorprendió a Jaejoong, sus ojos se abrieron con sorpresa, y en esta ocasión el retrocedió un paso.

 

—¿No será que te gusta Yunho hyung?

—¿Qué? ¿Te has vuelto loco? Eso es imposible.

—¿Ah, si?

 

Minho amplió su sonrisa. Acercándose lentamente a Kim y con los brazos cruzados, observando con atención como el muchacho parecía cambiar por completo su actitud de hace unos minutos.

 

—¿Apostamos Jaejoong hyung?

—¿Apostar qué y en qué?

 

—Pues conquista a Yunho hyung, lograrías lo imposible, te volverías popular más que inmediatamente, humillarías a hyung, y me demostrarías que en realidad no soy para nada importante para Yunho. Solo ganarías.

 

Jaejoong torció sus gestos, en una mueca extraña que divirtió al menor.

 

—Jamás, no quiero estar cerca de ese sujeto ni de broma.

—Pero… ¿No escuchaste todo lo que ganarías?

 

—¿Y tu que ganas?

—Demostrarte que Yunho hyung no tiene tan mal gusto como para prestarte atención.

 

—Si lo conquisto… ¿Qué gano?

—Mi apoyo, te ayudo sin preguntar y renegar en lo que quieras para que te hagas popular.

 

La apuesta entonces le pareció interesante, lo pudo notar por que de repente Jaejoong se enderezó, mirándolo fijamente a la cara.

 

—¿Estas hablando en serio? ¿Qué ganas si pierdo?

—Te vas del instituto, lo antes posible.

 

—¡No voy a hacer eso!

—Me parece un trato justo, yo estaría traicionando a quien me gusta, a mi hermano. La ayuda que te puedo brindar en invaluable.

 

Fue como si el tiempo estuviera corriendo demasiado pronto, Jaejoong sintió que todo empezaba a formar parte de un plan en su contra, pero al mismo tiempo, solo pudo pensar en que era una oportunidad única.

 

No lo pensó demasiado, y fue entonces cuando estiró su mano.

 

—Trato.

—Perfecto.

 

Minho estrechó su mano, con una sonrisa en los labios, y aparentemente complacido con cerrar el trato. Internamente Jaejoong solo podía pensar en lo difícil que le iba a resultar, en especial, por lo mucho que odiaba a Jung.

 

Fin Capitulo Cuatro

30 comentarios sobre “Amistades peligrosas: Capitulo 4

  1. Yo tambien leei los 4 cap de un jalon!!!
    Esta bastante interesante!!
    Las apuestas siempre estan acompañadas de algo malo o inesperado
    Pero bueno me gusta!!!
    No tardes en actualizar please…!!!

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  2. me lei los 4 cap de una pero no pude comentar antes…
    jajja yoochun con la psicologa porque peinsan que se quiere suicidar como me rei en esaparte.
    asi que a siwon lentamente le empiea a gustar heechul.
    y yoochul haciendose popular solo para librarse de la psicologa.
    changmin con quien habla tanto por telefono?
    que hara jae para conquistar a yunho? me encanto
    estare esperando la conti…

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  3. Woe yoochun con sus aires de grandeza cmo lo adoro x3 hahahahaha y minho y jae, siento que piñuede terminar mal :s fjdkfodks en fin me ha gustados este capitulo, saludos~~

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  4. Ahhhhh todo esto esta tan genial, es que me encanta las peles entre Yunho y Jaejoong *–*
    Y no sabes como disfrute el hecho de que Yunho le dio un beso Minho ahhh grite de la emoción al leerlo ><
    Lo emocionante fue que por fin Yoochun se transformo en el hombre hermoso que es, eso esta genial 7-7
    Pero la ultima parte me sorprendió bastante, no esperaba que Minho le propusiera eso a Jaejoong ese tipo de trato, sobre todo el hecho de que conquistar Yunho, ahhh todo se pondrá cada vez mejor, seguiré leyendo~~~

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