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Perspectiva de fan: YooMin {drabble}


 

Atrápame

..:: YooMin ::..


Yoochun empezaba a desesperarse.

“Recuérdame”

Estaba harto, y un poco asustado la verdad. Encontraba esos pequeños papeles en cualquier parte, con el mismo mandato, alguna frase escrita por algún lunático que no dejaba de acosarlo, y su conciencia le decía que debía hablarlo con alguien más. Pero otra parte de su cerebro se lo impedía, no era tan peligroso, mientras fuera quien fuera no se acercara.

Miraba a Junsu en la sesión de fotos, o por lo menos fingía hacerlo, mientras su mente viajaba entre las posibilidades de quien podría estar enviándole esas notas. Pero ni siquiera tenía la más mínima sospecha.

—¿Agua?

Jaejoong a su lado le extendió una pequeña botella con agua, y a él no le quedó de otra más que aceptar. Y sonreír un poco.

—Junsu lo hace muy bien, parece que no de no ser cantante hubiera sido modelo.

Una pequeña risa salió de la garganta de Jaejoong, pero Yoochun sumergido en sus pensamientos solo pudo asentir y sonreír un poco. Extrañaba a sus dos amigos, y poder refugiarse en el silencio sin que nadie notara que le pasara algo.

“Suéñame”

Quería hablar con Jaejoong explicarle que esos papeles que le estaban enviando hace un tiempo, ya empezaban a preocuparlo. Pero luego su propia mente le jugaba sucio, y le decía que dejara de ser tan estúpido, que seguramente no era algo grave.

—Voy a tomar un poco de agua.

—Pero…

Jaejoong arrugó el entrecejo, verdaderamente confundido al ver a su amigo levantarse con la botella en la mano. ¿Cómo que iba a tomar agua, si tenía ya una botella entre las manos? Suspiró un poco y decidió negar suavemente mientras esperaba que Junsu terminara, luego seguía él. Y esperaba que para cuando le tocara a Yoochun, estuviera más acá, que en la quinta nebulosa de sus pensamientos.

“Anhélame”

Caminó entre los pasillos del estudio de fotografía.

No se sentí muy bien de repente. Temió por que le hubieran metido algo en la bebida, pero lo dudaba cuando había sido el propio Jaejoong quien le había dado la botella con agua. Luego, determinó que era su propia paranoia y que el cerebro era muy poderoso.

Suspiró apoyándose en una de las paredes.  Se acercó al lugar donde había un dispensador de agua. Y decidió que al estar su botella vacía necesitaba refrescarse nuevamente, sin embargo cuando levantó el vaso para poder servirse un poco de agua helada, en el vaso contiguo notó claramente las siguientes palabras, escritas con mucho cuidado.

Atrápame”

Sus ojos se abrieron mucho, giró de un lado a otro algo desesperado, y cuando vio la sombra de un muchacho con gorra al final del pasillo, ahora incluso más molesto que asustado, y corrió detrás de él, con la adrenalina corriendo por sus venas.

—¡Espera!

El muchacho de gorra se encerró en uno de los camerinos, y Yoochun sonrió ampliamente, abrió la puerta y lo observó tranquilamente apoyado en la zona de los mesones y espejos, como si nada. Con la cabeza ligeramente baja.

—¡Maldito estúpido! ¡¿Tienes idea de lo asustado que estaba?!

—Siempre has sido un miedoso, Chunie.

Changmin levantó la cara. Con una sonrisa orgullosa en los labios. Y Yoochun afiló la mirada, botando el vaso al suelo. Con sus pasos resonando en el lugar.

—¡Mocoso del demonio, cualquiera se asustaría si lo acosan!

—¿Quieres bajar la voz? Nadie debe saber que estoy aquí, además no es como si fuera la primera vez que te acosan.

El descaro de Changmin era algo envidiable, con un pequeño salto, logró sentarse sobre el mesón y Yoochun alzó una ceja cuando el menor empezó a sacarse el buzo sin problemas, dejando caer la gorra en el proceso, y dejando al descubierto esos abdominales, que últimamente enloquecía a las fans.

 

“Tócame”

Ahí, justo bajo el ombligo, Changmin tenía pegado otro de esos odiosos papeles, con la misma exacta letra, que Yoochun se reprochaba por no haber descubierto antes. Pero a cambio de enfadarse, Yoochun colocó el seguro de la puerta y sonrió divertido ante lo descarado que se había vuelto el menor con el paso de los años.

Como si el verse a escondidas fuera lo más excitante en su relación, en especial cuando incluso parecía ser hasta ilegal. Changmin cerró los ojos cuando sus manos se deslizaron por esos abdominales firmes, y Yoochun casi está seguro que el menor reprimió un pequeño suspiro de sus labios, por que incluso encogió su estómago.

—Oye, Changmin…

—¿Si?

Se acercó a su rostro, con sus labios rozando aquella oreja, logrando que Changmin abriera mucho los ojos ante su suelto y despreocupado Ámame  pero Changmin nunca respondió, solo lo agarró por el cuello y lo atrajo a su boca.

A sus demandantes labios y su traviesa lengua que pronto se coló profundo dentro de su boca,  ajustándolo a su cuerpo, presionándolo con sus piernas y con el calor empezando a rodear sus cuerpos. Con esa fricción constante que enloquecía sus propias decisiones.

Listening:  Tick Tack. ~ UKISS ~

No terminaba de publicar Juega conmigo cuando se me vino la idea para este drabble, recordé que tenia varios en lista de espera. Asi que decidí publicar de inmediato. xD

Este drabble, va a petición de Carolyn Ancho, que deseaba un YooMin, espero que te haya gustado. Intentaré ponerme al día con los drabble pendientes, y con mis actualizaciones que estan un poco atrasadas con las fechas. Bye! ~

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Perspectiva de Fan: YunJae


 

 

Amistad

..:: YunJae ::..

 

 

 

A Yunho le confunden las actitudes de Jaejoong.

 

Sus sonrisas, sus manos tocándolo. Sus suspiros y lo normal que es para él dormir a su lado.

 

A Yunho lo hacen volar por un breve instante en su mundo de fantasías, y creer que sus sentimientos no son tan equívocos, que puede extender los brazos y Jaejoong viajará a él. A Yunho le gusta el calor que Jaejoong le provoca a su cuerpo cuando lo abraza.

 

Siente que pertenece a esos brazos, que cierra los ojos y su vida depende de él.

 

Pero Yunho no es tonto, no importa lo femenino que a veces se pueda comportar Jaejoong, no importa lo cercanos que sean, no importan las veces que hayan dormido en la misma cama, no importan los años, no importan los secretos, no importa nada…

 

…Por que Jaejoong jamás amaría a un hombre…

 

Yunho es consciente de eso, pero su corazón no.

 

Y cada vez que lo ve, un frío se esparce por su garganta y se extiende en su pecho, siente un nudo instalado en su cuello, uno que le impide hablar, y cada que Jaejoong se le acerca, toma sus manos o está demasiado cerca, Yunho tiembla, y coloca la mejor de sus sonrisas falsas en el rostro.

 

Solo para que Jaejoong no se de cuenta.

 

Su amistad pende de un hilo muy delgado.  Se consume cada que piensa en alguna posibilidad, de en como actuaría Jaejoong si se lo dijera en un susurro. Sueña con que se pondría nervioso y al menos le diría que estaba confundido. Yunho soñaba con un ‘no estoy seguro’ de esos labios. Que era mil veces mejor que un ‘no’ rotundo o que terminara alejándose u odiándolo.

 

El amor no es como lo pintan, Yunho a pesar de todo tiene sus barreras, sus miedos. Yunho ama a Jaejoong, pero se ve tan incapaz aún de hacer tantas cosas que otros dicen en sus libros o películas harían.

 

El amor no correspondido tampoco es como lo pintan. A él incluso, a veces se le olvida que ama a Jaejoong, entre el trabajo, las disputas legales, los problemas, las peleas, Yunho piensa que se ha enamorado muy tarde, por que justo ahora está demasiado ocupado.

 

Y a pesar de todo, sabe que lo ama. Como nunca ha amado a nadie.

 

Pero no tiene tiempo para el amor, por que sentarse a pensar, a mortificarse en lo que Jaejoong le diría le resta fuerzas, Yunho tiene unos padres, tiene que ser el pilar para Changmin, ahora que la banda se separa, puede que el menor no lo admita, pero en el fondo, todos saben que Changmin necesita a Yunho para no derrumbarse, al menos hasta que su sueño de adolecente que tocaba las estrellas con las puntas de sus dedos, se vuelva un sueño un poco más maduro.

 

A Yunho no le preocupan tanto Yoochun y Junsu. Tienen a Jaejoong, el mejor de todos. Estarán bien.

 

Yunho ha aprendido a ser un líder, con el paso de los años. Ha aprendido, a riesgo de sonar muy altruista con preocuparse primero por los demás, por el bienestar del grupo. Y así fue como se fue olvidando de su corazón, así fue como no se preocupó por lo que ese corazón tanto aclamaba y el tiempo se le ha agotó.

 

Por que Yoochun, Junsu y Jaejoong abandonarán el departamento donde tantos años vivieron, a primera hora, la mañana siguiente.

 

Y esa noche hace mucho frío, Yunho ni siquiera se ha preocupado en encender el televisor y fingir que ve algo, dentro de su habitación. Abrazado a sus piernas, viendo el reflejo que la pantalla del televisor le devuelve de su cuerpo. Hace mucho frío, demasiado para su gusto.

 

Los últimos días han sido tensos, no se miran, no se hablan. Y cada uno la pasa dentro de su habitación.

 

Aislados, ajenos a los otros.

 

Ni siquiera cuando se conocieron, se comportaron así entre todos.

 

En esa época, había tantos sueños, tantas esperanzas, tantas ilusiones. Yunho agacha la cabeza, no le gusta llorar, no frente a los demás. Pero no puede evitarlo, esos tres muchachos que mañana se irán se llevaran sin saberlo una parte de su alma, una parte de sus sueños, sus metas, de aquella ilusión juvenil personal, que en el camino se volvió una meta grupal

 

Por los cinco alcanzar la fama, el reconocimiento. Por hacer lo que les gusta, por vivir de lo que les apasiona. Por ser uno solo.  Y hoy se acaba ese sueño grupal, de cinco manos tomadas consecutivamente, y hoy ni siquiera ha podido verlos decentemente a los ojos y pronunciar un ‘Te voy a extrañar’

 

—…Yunho.

 

Como siempre Jaejoong ha abierto la puerta, sin preguntar y susurrando su nombre. Por primera vez inseguro de pasar, Yunho lo mira y solo un suspiro sale de sus labios. Antes de regresar los ojos a aquella pantalla negra.

 

Antes de darse cuenta, Jaejoong se sienta junto a él, levanta un poco las mantas que hay sobre sus piernas y se arropa también. Abrazando a uno de sus brazos y apoyando la cabeza sobre su hombro. Hace tanto que no siente a Jaejoong, que incluso ese pequeño gesto le provoca ganas de echarse a llorar.

 

—Cuida bien de Changmin, cuida bien de ti. Los vamos a extrañar. Por favor no se rindan jamás.

 

Y ahí esta Jaejoong, tan unido a él, siendo tan él, que el cerebro de Yunho trabaja a mil, por que será la última vez que lo tenga así de cerca, en años posiblemente.

 

—Jaejoong por favor vete de mi habitación.

 

Los ojos de él se abren, sorprendido, incrédulo. Pero Yunho no se siente listo para confesar.

 

Ni hoy, ni mañana.

 

—Pero… Yunho yo…

—¡Vete! Por que no quiero hacer algo de lo que arrepentirme.

 

Y una lágrima corre por su mejilla derecha, Yunho no sabe por que ha ocurrido, pero luego de esa comienzan a salir  dos más, y se ve en la obligación de pasar una mano por sus ojos, para evitar que sigan saliendo. Y Jaejoong lo ha notado claramente.

 

—Yunho no importa lo que pase, somos amigos. Yo estoy para ti… yo…

—Tú no quieres oír lo que tengo que decirte. Vete, por favor.

 

Aún así Jaejoong no se aleja, necio como siempre. Yunho no lo soporta, por que se siente parado en la mitad de un camino, en el que Jaejoong avanza sin mirar atrás y él se queda estancado sin poder avanzar. Por que su corazón le grita que es la última oportunidad, que no volverá estar así con él en años tal vez. Por que no importa su respuesta, él al menos habrá dicho lo que siente.

 

Yunho entonces olvida que el corazón no es buen consejero.

 

Sus manos viajaron al rostro del mayor, con sus dedos en aquellas mejillas, los ojos de Jaejoong se abrieron asustados, y él cerró los ojos, con lágrimas saliendo de sus ojos y sus labios encontrándose con los de Jaejoong, gruesos y fríos por la noche.

 

Fue un contacto que duró tan poco, no hubo mariposas en el estomago, no hubieron fuegos artificiales, ni regocijante felicidad, solo hubo un contacto torpe de sus labios y la suavidad de ese segundo, de esos labios que tenían un sabor fresco.

 

Las manos de Jaejoong lo empujaron, Yunho supo que esos labios de Jaejoong jamás se movieron, que el contacto fue demasiado breve. Y que ahora esos ojos que lo miraban confundidos era una mala señal, Jaejoong llevó una mano a su boca, tratando de descubrir en sus ojos la respuesta adecuada.

 

Pero Yunho solo suspiro, mirando sus pies bajo la sábana, y Jaejoong se levantó de la cama, aún con esa mirada asustada y pasos descompasados que lo hicieron chocar contra un pilar.

 

—Yunho… yo… lo siento. Tenías razón, no debí venir.

 

La puerta fue abierta y cerrada otra vez. Yunho lo escuchó a la perfección.

 

Ahí se iban tantos años de amistad, de cercanía. De un amor no correspondido.

 

Yunho lo sabía desde un principio, sabía que iba a ser así. Siempre fue así.

 

A Yunho no es que no le guste llorar frente a los demás, sucede que es el líder, debe ser un pilar para los demás. Pero justo ahora esa habitación esta vacía. Como su corazón, como su alma, y se siente tan solo y vacío. Tan desprotegido, que lo único que puede hacer es acostarse y arroparse por completo bajo la sábana y llorar.

 

Llorar por un amor no correspondido no es como lo pintan. Los ojos duelen, la garganta se seca, la nariz sufre de punzadas dolorosas y pronto comienza un incesante dolor de cabeza, y una vez que empiezas no puedes parar. No es de débiles llorar, es vaciar a tu alma, para prepararla para un día más.

 

Llorar es tan necesario, que una vez que empiezas, darle un alto es complicado. Por que justo cuando crees que se te han acabado las lágrimas, te vuelves a equivocar. Mientras lloras, es como si te hundieras más. Por eso a la gente no le gusta llorar.

 

La gloria viene después, cuando pareces un desojo de vida, como si no sintieras, no vivieras.

 

Renaces de tus lágrimas, y piensas, hay un mañana. Puedo avanzar un poco más.

 

Y Yunho se aferra a esa creencia, con las lágrimas mojando sus almohadas y el eco de su llanto perdiéndose apenas en su solitaria habitación.

 

 

 

 

 

A la mañana siguiente, Changmin está apoyado en una pared.

 

Yoochun, Junsu y Jaejoong sacan sus cosas, apenas hay asentimientos como despedida. Yunho puede ver los ojos rojos de Yoochun, aunque intente parecer el más fuerte de los tres, aunque intente ocultarlo con aquellas gafas. Changmin aprieta sus puños cuando los ve irse.

 

Jaejoong es el último en salir, mirando a Changmin y bajando la cabeza. Yunho apenas reúne el valor suficientemente para buscar sus ojos. Y ahí están, esos ojos desprovistos de alguna evidencia de odio, pero escasos de alguna esperanza para él.

 

Cuando Jaejoong se pone las gafas, como colocando una barrera. Yunho solo desvía la mirada.

 

La puerta principal se cierra, y Jaejoong es el último en salir.

 

Las despedidas no son como las pintan. Son vacías, frías y dolorosas.

 

Como una amistad quebrantada. Que se pierde entre las personas y el mundo que los rodea.

 

El amor es una franquicia de la amistad. Solo que más cruel y acérrimo.

 

 

Listening: Nao. ~ HY. (Confidence)

 

 

El drabble es para Su-chan.

¡Muchas gracias por recomendarme esa canción! Es una muy buena canción; Por supuesto que pegó con la temática, toda triste dramática de un amor no correspondido. Aunque no estoy muy segura de haber llenado al cabal la idea que me pediste. xD

Pero espero que te haya gustado. =)

 

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Perspectiva de Fan: 2Yoo


 

Obsesión

..:: 2Yoo ::..

 

 

 

A Yunho le fascina el cabello de Yoochun.

 

Ese cabello rebelde, suave y alborotado.

 

Que cae sensualmente sobre el rostro de su dueño. Que puede tapar la mitad de su rostro y aún así mostrarlo como un objeto de deseo que puede sacudir a masas enteras. Ese cabello que cuando se mueve, o se sacude en el momento que Yoochun mueve su cabeza, solo place entreverar los dedos en él.

 

Y el aroma que despide ese cabello es embriagante.

 

Como la misma droga, inevitable, dominante… Que te consume lentamente.

 

A Yunho le encanta el cabello de Yoochun.

 

Corto, extenso, lacio, ondulado, castaño, rubio. En cualquier forma… Pero lo prefiere azabache.

 

Ama que sus dedos se paseen por esas hebras de cabello, que la yema de sus dedos perciban en vivo y en directo la suavidad. Esa una fascinación extraña con ese cabello, con tocarlo, verlo caer por el rostro de Yoochun, entreverarse con esa mirada cargada de sensualidad que solo Park Yoochun puede enviar a la gente.

 

A Yunho le enloquece el cabello de Yoochun cuando cayendo por su rostro, toca esos labios rojos, sensuales. Todo poderoso. Por que hacen que el cuerpo de Yunho pierda conexión con su cerebro y actúe por si solo. Son pasos lentos, cuidadosos y disimulados.

 

Como un depredador acechando a su presa.

 

Entonces como si nada más importara Yunho agarra a Yoochun por el brazo y lo encierra junto a él, en la primera habitación que encuentre. Que puede ser la habitación de cualquiera, el baño, la cocina. A Yunho no le importa, solo le importa ese cabello, esos ojos, esa boca que lo enloquecen.

 

—¡Yunho!

 

Yoochun parece impresionado, con su voz algo baja para no llamar la atención de nadie más. Por que sus otros tres compañeros aún están en la casa, preparando todo para el viaje que harán al siguiente día a Japón. Yunho es el líder, Yunho debe supervisarlos, pero justo ahora esta hipnotizado por ese frente a él que es apenas unos pocos centímetros más bajo que él.

 

—¿Tenías que peinarte así?

 

En un primer instante, Yoochun no entiende esas palabras. Ni el calibre que sobrellevan, apenas tiene una pequeña coleta agarrando su cabello, con unos mechones que se le escapan por el rostro. Haciéndolo lucir algo despeinado. Yoochun no entiende, por que Yunho parece querer devorarlo con la mirada.

 

Y esa parte retorcida en su interior lo disfruta. Por que alimenta su ego.

 

—No sé a qué  te refieres, líder.

—¿No lo sabes?

 

Yoochun sonríe, amplia su sonrisa más del lado izquierdo que del derecho. Seductor, consciente del poder que influyen sus sonrisas en el mayor.

 

—Tienes una obsesión mal sana con mi pobre cabello, Yunho.

—Y tú tienes una obsesión mal sana con provocarme.

 

Yunho da un paso, acortando la distancia que los separa. Y sus cuerpos están extremadamente cerca, encerrados en aquel pequeño cuarto, ocupado para guardar las toallas.  Pueden incluso sentir el movimiento de sus pechos siendo rozados por el del otro en cada respirada, con el aire rozando sus rostros.

 

No hay otra palabra de por medio, Yunho baja ligeramente la cabeza, solo para que sus finos labios toquen los labios calientes y húmedos de Yoochun. Y como chispas el resto de sus instintos básicos despiertan. Yoochun parece incluso querer pegarlo a su cuerpo, por que sus manos rodean el cuello de Yunho y lo pega a él, con fuerza, con necesidad.

 

Justo como si no lo necesitara desde hace horas, como una adicción, como si sus besos fueran casi una obsesión.

 

Y Yunho no parece ajeno al contacto, por que de inmediato deja que una de sus manos empiece su viaje por aquella cintura, por debajo de la camisa, tocando, acariciando cada centímetro de esa piel adictiva en sus manos, mientras su otra mano se divierta entre aquel cabello suave, rebelde y despeinado.

 

Sus lenguas se encuentran, pelean por llevar el control. En un beso que no es romántico, ni dulce, que les quita el aliento y provoca unas intensas ganas de quitarse la ropa a jalones, como si de pronto estorbara e hiciera mucho calor.

 

A Yunho le obsesiona todo en Yoochun, desde su cabello hasta sus gemidos ahogándose en su boca.

 

A ese torbellino de emociones, sensaciones que lo recorren cuando estrella a Yoochun contra los estantes donde las toallas descansan, al gemido de dolor que se le escapa a Park cuando su espalda choca, y ese corto segundo en que sus bocas se separaron, Yoochun los compensa jalándolo de nuevo a sus labios. Con su mano siendo más atrevida que la de Yunho, metiéndose en vez de en su camisa, directo a su pantalón.

 

Y como si fueran agujas, clavándose en su ingle. Yunho siente las manos de Yoochun dentro de su pantalón, fuera del bóxer. Jugando con sus reacciones por que apenas logra tocarlo indebidamente. Pero sus bocas siguen conectadas y ese beso húmedo es suficiente para calentarlo de maneras insospechadas, aún más cuando están a expensas de que la puerta sea abierta por cualquiera.

 

Es como… Excitante, sexy… Enloquecedor.

 

Justo como Yoochun.

 

Así que cuando Yoochun por fin termina de meter la mano en su bóxer y toca su piel, Yunho separa sus bocas, por que la mano de Yoochun aún no toca su miembro, pero su cuerpo entero borbota de excitación, así que ese momento Yoochun lo aprovecha y va directo a su oreja. Mordiéndola un poco y sonriendo ante la manera en la que él ha cerrado los ojos, ahogando un gemido que cualquiera pudo haber escuchado.

 

—Tus gemidos, mí querido Yunho… Son adictivos.

 

Y ahí estaba esa mano, apresando su pene con intensidad, subiendo y bajando. Nublando sus sentidos, como si Yunho ya no pensara más que en la voz de Yoochun, hablándole en voz baja y susurrante, en su tacto y lo mucho que le gusta pegar su cuerpo al de él y hundir el rostro en su cuello cerca de ese cabello que lo trastorna.

 

La punta de su nariz es rozada por los mechones de ese cabello, Yoochun va marcando un vaivén que cada vez es más rápido, y el cuerpo de Yunho se sacude por instinto. Sus caderas impactan contra el cuerpo de Yoochun y puede sentir lo unidos que están sus cuerpos cuando Yoochun gime fuerte y alto al sentirse acorralado entre la pared y la erección de Yunho.

 

Es un breve segundo en el que Yoochun echa la cabeza para atrás y gime, mordiendo su labio inferior, deteniendo sus movimientos sobre el miembro de Yunho. Por que su corazón ha comenzado a latir apresuradamente, y siente tanto calor, el sudor  por su cuerpo. Que Yoochun tiene que abrir la boca para poder respirar.

 

—¿Me vas a decir que llegaste a tu límite Park? ¿Tú, el dandy boy?

—En tus sueños, Jung.

 

Yoochun lo toma como una ofensa, y Yunho tiene que poner una mano en la pared para no caer, por que los movimientos de la mano de Yoochun se vuelven casi frenéticos. Yunho es consciente de que ha gemido como si fuera a ganar un premio por ello. Pero es algo que se le sale de las manos.

 

Pero Yoochun es un sádico, y Yunho sabe como enloquecerlo sin tocarlo demasiado. Así que como si fuera embestirlo mueve sus caderas, su erección presiona la ingle de Yoochun y el menor muerde sus labios otra vez. De una forma que incluso ha logrado sacarse sangre.

 

La espalda de Yoochun saldrá maltratada, lo sabe, pero a Yoochun parece no importarle. Por que incluso su cuerpo se ha sacudido y se ha levantado, por que el cuerpo de Yunho expide ese aroma excitante, y su boca se encuentra peligrosamente cerca de su cuello.

 

Yoochun no quiere correrse, no antes que él al menos, por eso prepara su último movimiento y antes de que aquello pase, agarra bruscamente la camisa del mayor, deja un espacio amplio de su cuello blanco a la vista. Y lo muerde, con fuerza, con más de la necesaria tal vez. Pero quiere dejar una marca. Quiere enloquecer a su líder y funciona tal y como lo ha imaginado.

 

Yunho gime con más fuerza que antes, se pega a su cuerpo y la prueba de que ha logrado su objetivo resbala por su mano, caliente y con aire triunfante. Yoochun sabe que esta lo suficientemente excitado como para terminar en cualquier momento pero Yunho parece agotado, con los sentidos alborotados, prácticamente sobre su cuerpo.

 

—Mira, que eres un inconsciente Yoochun.

 

Pero antes de que termine de entender, Yunho apenas pone su mano sobre su miembro, por encima del pantalón. Y Yoochun emite un gemido gutural que le arranca una sonrisa a Yunho, por que Yoochun ha vuelto a echar su cabeza hacía atrás.

 

Así que ataca esos labios, esos labios que saben a sangre producto de las mordidas que propio dueño se ha infringido, besa sus labios y explora sus bocas, por que Yunho sabe que Yoochun apenas necesita un poco de estimulación, y cuando la puerta suena, moviendo el picaporte por alguien externo. Yoochun abre los ojos.

 

Yunho no necesita más, apenas presiona un poco su cuerpo contra el de Yoochun y la voz de uno de sus compañeros, hace que eyacule, con un gemido apagado entre sus bocas.

 

—¿Jaejoong tú has cerrado con llave la puerta de las toallas?

 

Por que sabe que hay muchas posibilidades incrementándose por que esta vez si los descubran, y eso enloquece a Yoochun. Lo excita en niveles insospechados. Y Yunho sabe muy bien como manejar eso, aunque no ha reconocido muy bien la voz que ha hablado y duda que Yoochun lo hubiera identificado también.

 

Es esa sensación post—orgásmica los rodea, los apresa, y los hace perder la noción del tiempo.

 

Con sus cuerpos juntos, sudorosos, pegajosos, cansados. Agitados.

 

Yunho solo encuentra una solución para eso, por que quien sea que haya intentando abrir la puerta regresara pronto, así que besa los labios de Yoochun, rápidamente, subiendo la bragueta de su pantalón y medio llevándose un par de toallas.

 

La expresión de Yoochun es impresionante, parece estar hipnotizado mientras lo mira, aún envuelto en esa sensación de perdida total.

 

Muévete Yoochun, o nos… encontrarán aquí

 

Así que abre la puerta, con las toallas tapando lo debido para llegar pronto a su habitación. Y es unos segundos después cuando Yoochun sale, aún un poco torpe y mareado por lo sucedido apenas hace unos segundos. Con la toalla que Yunho dejó en sus manos.

 

Y es Junsu, sentado en uno de los sillones quien lo mira fijamente. Junsu le sonríe, negando levemente con la cabeza. Divertido con la situación, situación que Yoochun no entiende, por que no está seguro de si Junsu ha visto a Yunho salir también o no.

 

—¿Yoochun, cómo abriste la puerta? Yo intenté hacerlo y estaba con seguro.

 

Así que había sido Changmin el que casi los descubre, Yoochun solo agita un poco su mano, restándole importancia al asunto. Incapaz de hablar.

 

—¿Yoochun, y ahora que te pasa? Luces como si hubieras hecho ejercicio por horas, aunque con lo perezoso hiciste media hora de ejercicios y ya estás que te mueres.

—Déjalo Min, Yoochun está MUY cansado, ven a jugar video juegos conmigo.

 

Junsu le ha salvado en esta ocasión, con ese tonó algo en doble sentido que provoca que Changmin lo mire fijamente por unos segundos antes de caminar hacía Kim y sentarse junto a él en el sillón, y no es hasta que está cerca de su habitación que ve a Jaejoong en la puerta de la habitación de Yunho que detiene sus pasos.

 

—¿Vas a volver a ducharte Yunho? Pero si acabas de hacerlo hace una hora.

—Si, pues resulta que estoy sudado, muero de calor. Salgo en unos minutos Jae, no seas histérico.

 

—¡Pero si hace un frío tremendo! Además en quince salimos para el aeropuerto.

—Jae me ducho y salgo enseguida, no te preocupes.

 

Jaejoong no parece muy convencido con la excusa de Yunho, y desde aquel lugar lo mira entrar al baño con una toalla sobre su hombro, cuando decide caminar hacía la sala de estar, ve a Yoochun, quien también lo mira, le sonríe un poco y entra a su habitación, sacudiendo sus cabellos en el proceso.

 

No termina de entender el por qué de esa sonrisa, pero decide dejarlo pasar.

 

Por que mientras Yunho se la ha pasado haciendo sabrá Dios qué, él ha tenido que encargarse de que todo estuviera listo para su salida. Justo antes de llegar a la cocina por un poco de agua, su cerebro parece recordar que en todo ese tiempo tampoco vio a Yoochun por ninguna parte.

 

Y el vaso resbala de sus manos. Por que acaba de comprender el por qué, de esa sonrisa en el rostro de Yoochun.

 

 

Listening: Addicted. ~ Saving Abel. (Addicted)

 

 

 

 

 

¡God! ¿De dónde salió todo esto? xD

 

Y yo que  me dije, ‘va a ser algo corto, un drabble de verdad’ pero no, ahí voy yo, tomadita de la mano con mi inspiración, que no tengo la menor idea por qué me he explayado tanto. xD

 

Tampoco tengo la menor idea de por qué siempre que escribo sobre el 2Yoo me sale todo tan sexy-sexoso entre esos dos. xD Es que esos dos juntos creo que despiertan mi lado perver, bueno.. El 2Yoo y el YooMin. xD

 

En todo caso, espero que les haya gustado este intento de lemon, aunque no estoy muy segura de que haya sido lemon u.u” a lo mejor, lime. Bueno quien sabe…

 

Este drabble a pedido de Sanjaz.

 

¡Solo me falta un drabble! Y cumplí con los drabble de la vez pasada, y de ahí voy con los del comunicado. Muchas gracias a todas por sus palabras de apoyo. =)

 

Se las quiere un montón, nos vemos en otra actualzación.

 

 

 

 

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Perspectiva de Fan: YooSu


 

 

¿Bailamos?

..:: YooSu ::..

Cuando Junsu cierra los ojos, algo en su interior se retuerce.

 

Por que lo primero que ve entre sus párpados cerrados, los recuerdos y su imaginación es la imagen nítida y destructora de Park Yoochun.

 

Es amable, caballeroso, romántico, dulce, perfecto. Eso es lo que todos dicen.

 

Eso es lo que las fans veneran.

 

Pero a Junsu no le consta.

 

Incluso su ‘relación’ es extraña.

 

Comenzó de manera confusa, y no son ni de cerca la pareja dulce y cursi que todos imaginan dentro de las historias ficticias en las que las fans suelen gastar algo de su tiempo.

 

Oh, si las fans supieran.

 

Junsu en verdad, a veces piensa que están juntos por que él leyó demasiados fanfics, confundió la fantasía con la realidad y se enamoró de Yoochun. De ese Yoochun encantador y romántico. Y pues Yoochun está junto a él solo por que simplemente ocurrió. En realidad Junsu no está muy seguro de lo que Yoochun siente.

 

No es que sea afeminado por que esté enamorado un hombre, mucho menos por querer una expresión clara para evidenciar que en realidad Yoochun siente un poco de esas dos  palabras que hasta ahora no le ha pronunciado. En estos dos años de relación.

 

Es que sencillamente… Necesita escucharlo al menos una vez.

 

Es la demanda, los problemas y la frustración de no poder trabajar en su país como le gustaría, son tantas cosas que a veces lo hacen sentirse presionado. Que le gustaría tener al menos ese recuerdo, recordar sus palabras, su voz, sus ojos. Mientras le pronuncia aquellas dos palabras que en dos años no han llegado.

 

Y si no las va a pronunciar, Junsu al menos quiere una demostración semi cursi que le indique que Yoochun puede al menos una vez dejar su imagen etérea para ser el Yoochun que gusta, quiere, ó ama a Kim Junsu. Pero eso sigue sin pasar.

 

Incluso su primer beso fue extraño.

 

Veían una película, Yoochun se acercó a él para tomar unas palomitas de maíz, inesperadamente él había levantado su rostro y sus labios se habían conectado por un breve instante, uno que ni siquiera había dudado un mísero segundo, por que él había alejado su rostro y Yoochun había abierto los ojos.

 

Una risa compartida y tonta. En un mudo silencio, ambos accedían a fingir que eso no había pasado.

 

Luego, la confusión, los roces, el nerviosismo. Y una noche. Ebrio hasta más no poder, Yoochun había golpeado la puerta de su habitación, sin importarle despertar a Jaejoong. Se había acercado, lo había besado. Y había pronunciado algo como que toda esa carga era demasiada para él, lo necesitaba para apoyarse, lo necesitaba en su vida, que era su mejor amigo… Y quería estar con él.

 

Eso, había sido lo más romántico para Junsu. Por que luego de eso, nunca más había vuelto a pasar.

 

Y si, Yoochun lo besaba. Lo abrazaba, sonreían, reían, conversaban. Dormían juntos, en el sentido literal, y en el sentido de algo más. Pero Junsu seguía sintiendo que faltaba algo. Y si, él tampoco había pronunciado esas palabras, principalmente por que tenía miedo de asustar a Yoochun.

 

Junsu jamás entendió por que Yoochun lo escogió a él para apoyarse. Teniendo a Jaejoong junto a él, a su mejor amigo desde mucho antes que a él le pusiera también aquel título. Pero tampoco se sentó a pensar en eso.

 

Conducir lo ayudaba, por que de regreso al departamento, desde la casa de sus padres ha tenido mucho tiempo para pensar, esencialmente en que Yoochun es su alma gemela, y suena cursi otra vez. El amor es un asco, te vuelve cursi y quien lo niegue. Está mintiendo o es muy hipócrita, por que es algo casi irremediable.

 

Para Junsu, Yoochun es su alma gemela.

 

Pero lamentablemente,  Junsu no está seguro de que Yoochun piense igual.

 

Oh, Junsu… Voy a grabar, creo que llego un poco tarde. Nos vemos.

 

Jaejoong apenas sacudió su mano, Junsu bajaba de su auto cuando vio al mayor entrar corriendo a su propio auto, seguramente un poco atrasado. Y un suspiro salió de sus labios. Genial, otra tarde a solas con Yoochun, lo que debería ser un motivo de alegría se ha vuelto un martirio.

 

Por que mientras el ascensor sube, Junsu piensa. “Es todo, le diré que debemos terminar” pero cuando cruza la puerta del departamento y ve su rostro. Su seguridad mengua y piensa otra vez lo mismo. “Un día más, esperaré solo un día más por que diga o haga algo” Y termina otra vez envuelto en su propia espera.

 

Pero Yoochun esa tarde parece nervioso, con su traje bien puesto y el pequeño chaleco negro que lo acompaña.

 

—Tardaste en llegar.

—Si mamá quería contarme algo de la boda de una prima o algo así.

 

Junsu hace mucho ha empezado a rehuirle la mirada a Yoochun. Tal vez por qué esta harto de esas señales confusas que Yoochun le envía, por que a veces lo mira como años atrás. Como si tan solo fueran amigos, a veces lo ve con lamento y Junsu no sabe por qué.

 

¿Quizá por que Yoochun no haya el valor para terminarlo?

 

La idea lo acosa y Junsu vuelve a suspirar, cansado, derrotado. Esta vez si va a hablar con Yoochun.

 

—Tenemos que hablar.

 

Yoochun pareció incluso sobresaltarse, con una sonrisa tonta en los labios al escucharlo.

 

—Ahora, no. Quiero enseñarte antes algo.

—Yoochun escucha…

 

—¡No! – Incluso el mismo Yoochun parece sorprendido con su grito, pero sonríe de inmediato, tomando de la mano a Junsu y mirándolo a los ojos. –Antes escúchame tú a mí, ¿Si?

 

En ese instante Junsu muerde su labio inferior, por que le conviene, a su propia alma desgastada. Retrasar un poco más el inminente final de ese amor que supone hace mucho o quizá desde el principio es unilateral. Pero Yoochun enciende el equipo de sonido. Y Junsu sonríe, porque le gusta mucha esa canción.

 

—¿Es una de Adele?

—One and Only.

 

Yoochun entonces agarra su mano, y coloca la otra en su cintura, moviéndose tan lentamente y tan cerca de su cuerpo que por un momento Junsu siente que ha perdido la órbita de su mundo, por que no tiene la menor idea de dónde ha venido eso.

 

—Lo siento, Su. Sé lo mucho que gusta bailar pero ya ves que muy difícilmente apenas y puedo seguirte el ritmo cuando bailas canciones intensas. Así que escogí esta por que es lenta, puedo estar muy cerca de ti y me imaginó que no me equivocaré demasiado en los pasos.

 

Junsu solo deja escapar una sonrisa, dejando su barbilla sobre el hombro de Yoochun. Con el mismo ritmo que Yoochun le marca, lento y sensual. De un lado a otro con pequeños movimientos guiados por sus pies, y no es hasta que Yoochun vuelve a hablar que Junsu abre los ojos y recuerda que aún está despierto.

 

—No soy como Yunho que puede acompañarte bailando hasta que desgastes cuando te sientes deprimido o frustrado por algo. Ni como Changmin 1que te molesta o te acompaña por horas con los videojuegos cuando quieres alejarte del mundo. Menos como Jaejoong que puede consolarte y abrazarte con palabras que a él le salen tan naturalmente a la hora de confortar a alguien.

 

Yoochun aprieta su mano, esa que sostiene en alto y con cuidado, Junsu solo se pega un poco más a su cuerpo, con el ritmo de la canción grabándose en su memoria. Por que en verdad le gusta mucho esa canción.

 

—Solo soy yo, y a pesar de lo que la gente piense me cuesta mucho expresar lo que siento… Me cuesta decírtelo, por que es tan grande que no encuentro las palabras y al mismo tiempo me cuesta decirlo, tanto que siento que me asfixio… Es difícil para mí; Pero tampoco quiero perderte.

 

La batería resuena desde los parlantes, con fuerza, marcando notas diferentes que hace que Junsu muerda su labio inferior, por que Yoochun está ahí, con el mismo temor que él. Perderse mutuamente.

 

—No… me dejes Junsu, si aún  no me amas, te esperaré… Por que yo tengo suficiente amor para los dos. Solo dame otra oportunidad. Solo… no me dejes, por favor.

 

Para ese momento Junsu había intentado alejarse, por que no entendía el punto en el que Yoochun creía que no lo amaba. Pero Yoochun solo lo apretó más contra su cuerpo. Con un único sollozo escapándosele de los labios.

 

—Estos últimos días has estado extraño, no me miras, no me hablas, estas distante.

—Yo te amo, Yoochun. Casi desde que empezamos a salir

 

Sabía que Yoochun no lo soltaría  mientras no dijera lo que sintiera, y fue como si los brazos de Yoochun perdieran fuerza. Por que Junsu pudo retroceder un paso y sonreír, con las manos en el rostro de él.

 

—¿En que maldito mundo paralelo vives como para no darte cuenta que estoy enamorado de ti?

 

Y si Yoochun iba a decir algo, Junsu nunca lo sabrá, por que en ese momento sus labios se unieron. Junsu se apoderó de sus labios, y Yoochun volvió a juntar sus cuerpos, con la música aún sonando dentro del departamento. Con ese desasosiego extinguiéndose en cada suspiro y con la sonrisa dibujada en sus almas.

 

Por que aunque Yoochun jamás lo dijo.

 

Jamás pronunció esas dos palabras que él si pronunció.

 

Yoochun solo lo dio a entender. Solo le dio muchas vueltas al asunto. Pero así era Yoochun, así se había enamorado Junsu de él. Por que a Junsu no le hicieron faltas en esas palabras, mientras Yoochun se aferrara a su alma, no importaba si lo decía con otras palabras, si daba mil vueltas antes de intentar decírselo para al final ni siquiera pronunciar la ‘T’

 

Nada de eso importaba, por que Junsu besaba sus labios, y Yoochun demostraba lo que de sus labios aún no podía salir.

 

Si Yoochun pretendía amar por los dos, él estaba dispuesto a esperar. El tiempo que fuera necesario. Hasta que el valor llegara a Yoochun. Junsu entonces esperaría.

 

Listening: One and Only. ~ Adele. (21)

 

 

 

Y estos drabble que cada vez parecen menos drabble y parecen más bien oneshot.. xD

 

Lo que sucede es que a mi me gusta que mis oneshot describan más bien una historia, corta o no. Por eso es que no lo coloco como oneshot, por que un drabble describe una situación, y aunque este se extendió demasiado no lo veía como un oneshot a pesar de la extensión de palabras.

 

En fin, este drabble es a pedido de Katy, muy atrasado, pero espero que haya sido de tu agrado.

 

¡Ya solo me quedan dos por cumplir! =),

 

Se cuidan mucho! Bye~

 

 

Publicado en Fanfics

Perspectiva de fan: HoSu


Seducción

..:: HoSu ::..

 

Era incorrecto llamarlo amor.

 

Inconsciente y descuidado, llamar a aquello: Amor.

 

Dos pieles jugando a ser una no podía ser descrito como algo llamado amor, que Junsu se perdiera unos instantes en los ojos de Yunho, que lo atraparan hasta el punto de perderse en las consecuencias y sus barreras se inhibieran, no podía ser amor.

 

Que cuando Yunho sintiera las manos de Junsu en su hombro, y su cuerpo entero sintiera escalofríos, que su simple tacto le produjera imágenes volátiles no podía ser amor.

 

Era simple y llana seducción.

 

Yunho mira el techo de aquella habitación, envuelto en el grácil sonido de las manecillas del reloj, de las ventanas siendo golpeadas por el viento, no hay nada más, a parte del cuerpo de Junsu a unos centímetros del suyo, desnudo, igual que él.

 

Y la culpa ha vuelto en esos instantes.

 

Son amigos, compañeros, de tantos años. Incluso ahora, verse es complicado.

 

Cada uno en lo suyo, la separación, era su excusa para no seguirse viendo, para terminar de una vez por todas con ese jueguito de las escondidas. Cuando los cinco convivían era en extremo difícil. Los demás no podían darse cuenta y a Junsu le gustaba jugar a ponerlo en evidencia. Era cruel a veces.

 

Pero ahora, la cosa parecía haber empeorado, como si no pudieran alejarse del otro. Como si sus sentidos explotaron al medio verse, al escuchar la voz contraria en el teléfono. Como si fuera una necesidad. A escondidas del resto, en lugares apartados. Ellos seguían jugando a las escondidas.

 

Yunho sabe que esta mal, que son amigos.

 

Pero Junsu es seducción, en todo el sentido de la palabra y su cuerpo se estremece con el solo tacto de sus manos.

 

Ha perdido la noción de cuando ese es su juego o el de Junsu. Solo esta ese sentimiento de rendición voluntaria y perdida que lo abaten cuando Junsu duerme a su lado, prácticamente sin tocarlo, cuando se marcha sin decir adiós y desaparece hasta unos días después cuando decide que deseaba volver a verlo.

 

Por eso Yunho ha optado por no dormir, para contemplarlo al menos antes de que Junsu se marchara, sin mirar atrás. Cuando el suave y casi inmune silencio fue opacado por el sonido de su celular, Yunho tuvo que moverse con cuidado, agarrar el pantalón que estaba en el piso y sacar aquel artilugio.

 

—¡Hyung! ¿Dónde has estado, tienes idea de la hora que es?

 

Changmin se escucha preocupado,  Yunho incluso escucha sus pasos. Seguramente Changmin se encuentra caminando de un lado a otro. Y Yunho se arrepiente por haber salido sin avisar, por preocupar a aquel, que ha prometido cuidar frente a sus padres.

 

—Lo siento, Min. Me he quedado dormido, ya salgo para el departamento.

—Pues más te vale, regresar ahora. ¿Te has olvidado que hoy empezamos a grabar el nuevo video?

 

Yunho ya no encuentra razones para seguir acostado, pasa una mano por su cabeza. Sintiéndose un  verdadero idiota al haber olvidado algo así de importante. Son las cinco de la mañana, y habían quedado de comenzar temprano ese día. Yunho puede meterse en problemas si el manager se entera. Changmin le ha salvado la vida.

 

Pero de repente observa el cuerpo adormilado de Junsu al otro lado de la cama, se debate entre el hecho de levantarlo o no. Pero decide que lo mejor es dejarlo dormir. Siempre es Junsu el que se marchar sin decir adiós. Son las cinco de la mañana y Yunho recuerda que no hay afectos emocionales de pareja, que no tiene el compromiso de levantarlo con un beso en la boca ni excusarse ante él.

 

Por mucho que le gustara hacer eso.

 

Pesadamente, empieza a vestirse, toma sus cosas y revisa el reloj, consciente de que son casi las cinco y diez cuando ya está listo para marcharse, ve a Junsu dormir, y decide que esta vez será él quien se marche primero, Junsu nunca se ha despedido, pero él quiere hacerlo. Sin embargo, esa cosa que no puede ser llamada amor, que los une. Se lo impide.

 

Por que esas no son las reglas del juego.

 

Junsu lo dispuso así desde un principio.

 

 

 

 

Duele…

 

Su mano apretando con fuerza aquella sábana ligera no apacigua el dolor inminente de su puño apretado con fuerza, mientras escucha la puerta de la habitación cerrarse.  Y de la misma forma cierra sus ojos, hundiendo el rostro en la almohada. Pensando asiduamente “Qué eso algún día pasaría.”

 

Yunho siempre fue para Junsu, como ese objeto inalcanzable. Que encajaba a la perfección con seres como Kim Jaejoong, perfectos en todo el sentido de la palabra. Y tanto él, como Yoochun, como Changmin eran encantadores, pero Yunho siempre era el caballero ideal y Jaejoong el chico ideal.

 

Como si hubieran estado predestinados desde el comienzo, desde antes de nacer.

 

No había amor, era seducción desde el principio, desde que él dio el primer paso y Yunho se rindió a él.

 

A su sonrisa, su toque, su pasión por el baile. Por aquello que Jaejoong no disfrutaba y que a Yunho le apasionaba. Junsu supo desde un inicio que lo suyo era pasional, Junsu estaba bien así. Junsu sabía que estaba bien así, por eso se marchaba antes, por que de quedarse y mirarlo a los ojos cuando se levantara desearía quedarse.

 

Pero él no tenía la fuerza para luchar, no aún.

 

Junsu sabía que un día  esa pasión acabaría y desbordaría en amor o indiferencia.

 

Yunho hace mucho, no lo buscaba. Era él quien llamaba, Yunho ahora se marchaba, al primer llamado de Changmin, como si antes no hubiera podido inventar una excusa y quedarse un rato más. Yunho ahora se iba antes, la próxima vez tal vez ni siquiera llegara.

 

Y Junsu se sumía en sus propias palabras de cuando esto comenzó, en su propia consciencia de que esto algún día pasaría, que su seducción no bastaría y él quedaría abandonado en los recuerdos de algo que sencillamente no podía ser llamado amor. Por que no tenía el valor para admitirlo.

 

Y dolía… Como una férrea punzada en la sien que te arranca solo gemidos de dolor y lágrimas.

 

Por que Junsu sabía que su pasión  no había desbordado en indiferencia.

 

Y dolía, por que su seducción ya no sería suficiente.

 

 

Listening:  Maybe this time. (Glee Cast)


 

 

Listo! 

Drabble dedicado para mi amix del alma, Amalia.

Te dije que andaba con mi vena melancólica/retorcida. xD

Espero que les haya gustado, particularmente me gustó. Tan.. No sé que… Pero I Like it!

Ese vistazo de los dos no lo había tomado en cuenta antes, y lo descubrí escribiendolo. =)