A Libro Abierto
Capitulo Cinco: Apuesto que él, puede ser mejor que tú.
—Así que señores estudiantes, seguimos esperando sus candidaturas para las elecciones de este año, hasta el momento hay una aprobada y otra en consideración por la junta directiva, con un candidato más será suficiente. Recuerden que debe haber un equilibrio entre disciplina y promedio de estudios.
Onew masticó un poco la galleta entre sus manos y notó la mirada emocionada de Taemin sobre él.
—¿Qué sucede?
—Deberías postularte. Serías un genial candidato.
Jinki se atragantó, y tosió lo menos discretamente que pudo mientras la voz del director seguía con sus anuncios parcos de cada mañana y Taemin palmeaba su espalda durante la hora del receso.
—¿Qué locuras dices Taemin?— Habló después de un rato —Eso es un concurso de popularidad, y cómo te podrás imaginar tu hyung no es muy popular que digamos.
—Pero yo te puedo ayudar y Joon es bastante popular seguramente estaría gustoso de ayudarte, el otro día me comentó que gracias a ti había subido su promedio a siete. Y eso es bastante.
—No Taemin.
Jinki trató de ser tajante, de borrar esa idea loca de la cabeza del menor pero Taemin ya parecía haber cultivado la idea en su cabeza.
—Pero hyung incluso podía pedirle ayuda a Minho hyung y…
—¡No!— Onew agitó sus manos —De ninguna manera, mucho menos a él.
Taemin se cruzó de brazos. Con un puchero en los labios.
—Hyung ¿por qué Minho hyung no te agrada?
—Por que es odioso, me ha tratado mal desde el inicio de este año y no sé… Solo es odioso.
Taemin viró los ojos, volviendo a tomar un poco de su jugo y mirando hacía las canchas, en esta ocasión vacías por adecenamientos, y entonces ese pensamiento intempestivo llegó a su cabeza.
—Hyung— Jinki lo miró —Este fin de semana es mi primer partido y el entrenador prometió ponerme a jugar más que sea quince minutos. Tienes que venir.
Los ojos de Taemin lo miraron con esperanza, sosteniéndolo levemente del brazo y Jinki solo pudo sonreír.
—Claro que iré.
…
…
—Kai me tienes que ayudar.
Justo en ese momento Kai se arrepintió de haberle dicho que si, sin antes haber preguntado cual era ese favor que Taemin tanto requería de su parte.
—¿Te golpeaste muy duro la cabeza de chiquito o qué? Por supuesto que no.
—Pero eres el delgado de los alumnos de primero, a ti de seguro no te dicen nada.
—Precisamente, no voy a arriesgar mi conducta por que tú quieres salvar el mundo y hacer a tu hyung un ganador y no sé cuanta tontería más.
Los pasos de Kai empezaban a alejarse de dirección mientras Taemin lo tomaba del brazo y trataba de que este se mantuviera en su lugar, pero Kai, mucho más corpulento que Taemin empezó a moverse, sin importarle que el otro siguiera haciendo su pequeño escándalo en medio pasillo.
—¿Cómo puedes ser menor que yo y más fuerte?— Se quejó Taemin, todavía sosteniendo fuertemente el brazo de Kai, quien finalmente suspiró —Kai… Por favor~
—¿No me vas a meter en problemas, cierto?
—Asumiré toda la culpa.
Taemin llevó una mano a su pecho, con la quijada en alto y la seguridad en sus palabras.
—Bien…— Masculló el menor, regresando sus pasos y abriendo la puerta de secretaría donde la mujer levantó la mirada, con una amable sonrisa en el rostro —Buenos días señorita Han ¿aún están abiertas las inscripciones para presidente escolar?
—Si, es el último día, así que están a tiempo muchachos.
Taemin golpeó un poco la espalda de Kai, y este respiró hondo. Lo más que pudo.
—Bueno, lo que sucede es que no es para inscribirme sino para inscribir a un amigo, que está muy ocupado, pero me envío su carnet— Taemin le pasó el documento a Kai y este a la secretaria —Usted lo conoce, pues Taemin es su mejor amigo y toda la cosa, y yo soy el delgado de primero.
La mujer pareció pensarlo un rato, mirando la credencial y suspirando a final.
—Bien, rellenen esta ficha de inscripción y Lee Jinki quedará oficialmente inscrito.
Taemin abrió mucho sus ojos y Kai lo miró con una última amenaza.
Más le valía al mayor que toda esa tontería terminara bien.
…
…
—¿Sigues con esa tontería?
Minho terminó de ponerse la camisa, dispuesto a salir a practicar con el resto del equipo que ya estaba listo, mientras Jonghyun parecía interesado en seguir escribiendo.
—Si, ya ves que la cursilería y yo no nos llevamos, pero él no se ha quejado.
—Por que no ha tenido la oportunidad— Choi recogió el balón y caminó hasta la puerta —Ya en serio Jong, deja la estupidez y vamos a entrenar.
—¡Lo siento!— Taemin entró corriendo, como si el tiempo no hubiera sido el suficiente ese día para él —Se me hizo más tarde de lo esperado.
—Ya pensábamos que no vendrías.
—Si, lo siento. Es que estaba con Kai solucionando un par de cosas.
Jonghyun se levantó de su lugar, estirando su cuerpo y guardando sus pertenencias en el casillero, saliendo directo al jardín mientras Minho posaba su mirada en Taemin y el menor lo miraba con una sonrisa en el rostro —¿Qué pasa?— Pero Minho solo sacudió un poco su cabeza y luego suspiró.
—Nada.
Vio la espalda de Minho alejarse, y Taemin entonces optó por levantar un poco los hombros y cambiarse de camisa velozmente, pero el ruido de la puerta abriéndose lo hizo girar otra vez, Minho acababa de aparecer. Caminaba rápido hasta donde él se encontraba, ajustaba las manos a sus mejillas y pegaba los labios a los suyos, haciéndolo abrir los ojos bastante y que las palabras murieran en su garganta.
Pero Minho permanecía con los ojos cerrados, con sus labios ajustados a los suyos sin mayor movimiento, en un roce ligero que finalmente terminó dejando a Taemin estático y vacío, mientras Minho suspiraba y juntaba sus frentes.
—Él es un problema…— Susurró y Taemin se sintió más confundido que antes —Pero no eres tú.
Taemin tragó fuerte y miró a Minho que ya se alejaba, veía su espalda ancha empezar a alejarse, y justo antes de salir se detenía para hablar. —Siento lo del beso— Pronunció de repente —No volverá a suceder.
Cayó sentado en la banca detrás suyo, con los labios entre abiertos, sin saber que hacer o siquiera lo que acababa de suceder.
¿Quién era un problema?
¿Y qué no era él? ¿Por qué demonios lo había besado?
…
…
—Onew hyung…
A Jinki le gustaba este clima, suave y fresco mientras caminaban hasta sus casas, como hace mucho tiempo no lo hacían y Taemin parecía pasar callado como pocas veces, pero aún así, Onew giró, con una de esas enormes sonrisas en el rostro.
—Dime.
—Si alguien me besa y yo no siento nada…— Los ojos de Taemin parecieron mostrar preocupación —¿Hay algo malo en mi?
El instinto de protección de Onew se despertó, girando directo hacia el menor y tomándolo por los brazos.
—¿Besos? ¿De qué besos me estás hablando? ¿Alguien te besó a la fuerza?
—¿Qué? ¡No!— Taemin se sacudió de inmediato, su rostro rojo de vergüenza —¡Hyung!
—Tú comenzaste hablando de estas cosas— Se justificó Onew, mirando de soslayo a Taemin que rascaba un poco su mejilla, mirando al suelo y tratando de dejar pasar la vergüenza —Pero no hay nada malo en ti.
—¿En serio?
—Esa persona simplemente no te gusta, el cuerpo funciona de maneras extrañas cuando besas o estas cerca de esa persona que es diferente a los demás para ti, son recursos meramente fisiológicos pero son esos recursos los que te muestran indicios de si es la persona de tus afectos o no, aunque eso no determina si es la adecuada.
Taemin sonrió, abrazándose a Onew como si fuera un niño pequeño.
—Gracias hyung, eres el mejor.
—Si… si, como sea— Onew dejó que Taemin lo abrazara tan fuerte como podía, entonces él sacudió sus cabellos según la costumbre y suspiró —Entonces… ¿tú le gustas a esa persona?
—No lo creo— Admitió el menor, empezando a soltarse —Más bien creo que estaba experimentando.
—¿Y te dejaste besar así como así? ¡Taemin!
—¡No fue así! Me tomó de sorpresa y ya no importa.
Taemin empezó a caminar, otra vez con la vergüenza en su rostro y Onew atrás haciendo preguntas innecesarias que él ya no estaba dispuesto a responder.
…
…
Onew había pensado que no sería bueno ir a uno de esos partidos solo, y como Key ya no contaba al parecer, tuvo que morder la vergüenza y pedirle a Joon que lo acompañara, la sonrisa del otro había grande, Jinki se sintió aliviado entonces. La gente hacía mucho escándalo y Taemin se veía pequeño en ese uniforme negro y rojo que portaban los jugadores, todos muy concentrados a los que Choi Minho decía al parecer.
Había escándalo, y Joon tenía esa costumbre de sentarse recto y con sus piernas cruzadas, agitando apenas la banderita con el escudo del colegio entre sus manos. Pero Onew solo podía ver a Taemin su sonrisa enorme y lo ansioso que estaba por que el entrenador cumpliera su palabra y lo dejara entrar.
Mientras tanto, Jonghyun y Minho eran estables, dentro de la cancha parecían saber exactamente que hacer y Onew solo miraba el reloj esperando que el partido terminar o que al menos Taemin jugara para entretenerse un rato. Y sin embargo sus planes de tranquilidad se fueron al tacho cuando lo vio.
Kibum se abría paso entre las personas que lo saludaban y lo felicitaban por su cruzada de hace dos semanas, Key se alzaba como un muchacho popular que hacía falta ver y Onew solo sintió ganas de ser chiquito para que no lo mirara, sin embargo la suerte jamás lo acompañaba lo suficiente y esos ojos afilados lo detectaron como si lo hubiera estado buscando, Onew recordó a quien tenía a su lado y se maldijo internamente.
Pero Kibum solo giró y se sentó entre el montón de gente que lo alababa y comenzó a sonreír, como si realmente se sintiera cómodo.
—¡Hey! ¡FALTA!
La voz de Jonghyun sonó potente entre el campo, todos se levantaron y finalmente un pitido paralizó el partido, había alguien en el suelo y Onew no vio a Taemin por ninguna parte, se preocupó y trató de ubicarlo lo más rápido que pudo, pero jamás lo encontró.
—¿Ves a Taemin?
—No, estaba en la banca hace un momento pero…
—¡Hyung!
Taemin se encontraba abajo, agitando su mano y Onew respiró aliviado. Le hacía señas para que bajara mientras el resto de jugadores se amontonaban en un lado de la cancha sin saber que hacer, aún así Jinki bajo, en medio de toda esa revolución de las porristas que parecían preocupadas y los jugadores que lo miraban sin entender.
—El médico hoy no pudo venir— Le adelantó Taemin mientras se abría paso entre la gente y lo conducía hasta la cancha —Tú sabes de primeros auxilios, ayúdalo hyung— Choi Minho estaba en el piso, tenía una mueca de dolor nunca antes vista por Onew y parecía morderse los labios con tal de no quejarse, Jonghyun a su lado trataba de calmarlo y el arbitro levantaba una tarjeta en rojo.
Jinki ni siquiera sabía como había llegado hasta ahí.
—¿A dónde lo llevamos?
Jonghyun de pronto parecía dispuesto a obedecerlo y Onew tragó fuerte.
—Por ahí.
Señaló uno de los laterales donde se encontraban las porristas y entre Jonghyun y otro muchacho cargaron a Minho con cuidado, subido en la camilla que habían traído de algún lugar y que esperaban no usar.
—Voy a jugar, hyung. Cuida de él.
Taemin palmeó un poco su espalda y Onew solo miró preocupado como lo dejaban solo con Choi, Minho se retorcía todavía con las manos en su pantorrilla lo suficientemente ausente por el dolor como para reconocerlo.
—Ten cuidado— Giró y reconoció a Jessica junto a él, no la había visto desde el incidente en la biblioteca —Ayer se golpeó muy fuerte en el mismo lugar.
—¿Y por qué jugó?
—Por que es el capitán— La aseveración de Jessica parecía muy razonable, menos para Jinki —Debe estar para su equipo, con él y por él. No puede abandonar tan fácilmente, menos alguien como él.— Minho se quejó un poco y por fin empezó a abrir los ojos, Onew reaccionó asustado, temiendo que Choi se negara a su ayuda, así que le lanzó una toalla húmeda en los ojos —Mantenlos cerrados Minho, este muchacho te va a ayudar, sabe de primeros auxilios.
Las manos pequeñas de Jessica se habían posicionado delicadas sobre los ojos de Minho, aparentemente dispuesta a tranquilizarlo, ella le sonrió y Onew se lo agradeció con una sonrisa ante la repentina ayuda de la muchacha. Entonces empezó a revisar el golpe, reconoció con agrado que no era tan grave, el golpe producto del golpe anterior solo intensificaba el dolor más no había fractura o esguince de por medio.
—¡Jessica!
La voz de Yuri hizo a la muchacha girar. Las porristas le hacían señas para que se acercara debido a la mitad de tiempo del partido y Jinki de pronto recordó que no había visto a Taemin jugar.
—¿Me necesitas para algo más?
Onew negó y ella corrió hacía donde estaban las demás, Minho sin embargo permaneció con su brazo sobre la frente, quejándose suavemente cada que las manos de Jinki masajeando el lugar afectado presionaban demasiado fuerte, el gel frío se esparcía y la gente parecía ya haberse olvidado del incidente.
—No tenías por qué hacerlo— Minho empezó a hablar y Onew se detuvo, ¿sabría que era él? —Eres demasiado tonto, te jodo tanto la vida y aún así accedes a ayudarme— Onew siguió con lo suyo, el cuerpo de Minho se contrajo en un momento pero luego Choi solo suspiró —Tonto Onew…
Lo miró, esperando que Minho hiciera algo más, pero Choi no se volvió a mover ni pronunciar palabra alguna, todavía con los ojos tapados y recostado en aquel lugar.
—¡Hyung!
Taemin llegó, acompañado de varios jugadores, que rodearon a Minho, preguntándole como se sentía y Minho finalmente destapó sus ojos, admitiendo que se sentía mejor, con burlas tontas por parte de Jonghyun mientras las porristas entretenían a los demás. Onew se movió incómodo.
—Creo que es hora de irme.
—Pero hyung…
—No me siento cómodo Taemin.
Se soltó del agarre del menor, deseándole suerte como pudo y caminando directo hacía la salida, como si las palabras de Minho hubieran calado en él de una manera extraña, se disculpó luego con Joon por marcharse sin despedirse, pensó después en Kibum y se lamentó por no haber visto a Taemin.
Y después de bastante rato se hizo la misma pregunta que Choi.
¿Por qué había accedido ayudar?
Tonto, tonto Jinki…
…
…
—No hay competencia para alguien como Kibum.
Para el día lunes de lo único que se hablaba era del primer anuncio de esa mañana en la que se harían públicos los nombres de los candidatos para la presidencia escolar, del partido que finalmente el colegio ganó, de lo veloz que era Taemin y de él, siendo de total ayuda para Choi Minho.
Como si los cielos se pusieran en su contra, él que antes y apenas llamaba la atención, ahora se encontraba en su tercer escándalo. El primero cortesía de Jessica, el segundo cortesía de Kibum antes de que se ausentara dos semanas y ahora en parte por él mismo por ayudar de forma tan altruista y en parte también por Minho y dejarse golpear en la pierna.
Dioses… eso sonaba tan estúpido.
Se detuvo en la mitad del pasillo cuando el equipo de futbol venía en camino contrario y todos lo miraron de repente, Jonghyun y Minho que venían atrás conversando miraron con curiosidad el por que se habían detenido, pero finalmente les abrieron paso y miraron a Jinki parado frente a ellos, ahí frente a gran parte del recinto escolar.
Y como Minho no parecía dispuesto a mover un solo músculo, finalmente fue Jonghyun el que se acercó y Onew temió lo peor cuando este acercó una mano hacía él, por instinto Jinki cerró los ojos, pero luego de unos segundos al no haber nada los volvió abrir y miró la sonrisa burlona de Kim mientras estiraba un mano hacía su cuerpo.
—Minho es medio idiota, así que en nombre de él y de todo el equipo te doy las gracias.
Onew de pronto sonrió, subiendo su mano lentamente y apretándola con cuidado, Jonghyun fue fuerte y aún así Jinki no se quejó.
La mirada de Minho, entre tantas miradas del resto de deportistas parecía atravesarlo como nunca antes, pero Jinki fingió como siempre que aquello no le importaba más allá de lo necesario. Los dejó pasar entre charlas y conversaciones de otro tipo, pero giró, como no lo había hecho antes, para mirar esas espaldas alejarse, fue entonces que Choi también giró y pareció realmente sorprendido de que sus miradas se encontraran. Sus ojos se abrieron en demasía y luego solo regresó su cabeza hacia adelante, con las orejas rojas y el paso mucho más rápido.
Onew se preguntó… ¿Cuántas veces más Minho había hecho eso antes?
¿Cuántas veces cuando él no se percataba?
…
…
—Hyung, ven rápido.
Taemin lo arrastraba entre las mesas del comedor, él no acostumbraba a comer ahí y sin embargo se dejó arrastrar ese día por él, hacía una de las mesas en el centro, lugar que rara vez ocupaba, distinguió a Kibum en una de las mesas centro, rodeado por un montón de gente. Miró la mesa de las porristas, de los diferentes deportistas, de la gente en general y rogó por que Taemin no lo llevara a la de los futbolistas.
Sin embargo una sonrisa apareció en su rostro cuando pudo ver la mesa a la que Taemin lo arrastraba, entre Joon y ese muchacho llamado Mir que era su amigo más cercano, vio a Kai, aquel del cual Taemin le hablaba de vez en cuando, y se sintió tranquilizadoramente cómodo.
—¿Por qué tanta ceremonia Taemin? ¿Qué es lo que me quieres decir?
Logró sentarse, antes de que la voz firme de esa muchacha de largo cabello lo desintonizara.
—¿Puedo sentarme?
—¿Tiffany?
—¿Puedo o no?
Onew sonrió —Claro que puedes— Sintió la mirada de Jessica desde aquella mesa de las porristas, una pequeña sonrisa compartida y un asentimiento mudo del que nadie más se pudo percatar.
—Bueno muchachos, ya tenemos la lista completa de los tres candidatos de este año para la presidencia.
La voz del director se dejó escuchar y cuando Taemin tomó su mano sobre la mesa inmediatamente temió lo peor.
—De segundo año, Kwon Yuri.
El escándalo se armó y las porristas se alzaron con aquello, varios miraron a las muchachas que aplaudían ante una rebosante Yuri que solo agradecía y sonreía mientras los demás comentaban y se llenaban de aplausos.
—De tercer año, Kim Kibum.
Las miradas del resto de presentes en la mesa lo hicieron ponerse más nervioso, con el corazón latiendo apresurado, agitado, descontrolado.
—Y de tercer año también, Lee Jinki.
Hubo un momento de silencio, corto y espacioso antes de que fuera Taemin quien empezar a aplaudir y chiflar, acompañado después de un rato por Joon y Mir que fue impulsado por el mismo Joon, entonces de la nada varios se levantaron con el mismo escándalo que no fue equiparable con el de Yuri o Key, pero que de todas formas fue más de lo esperado, mientras Tiffany a su lado aplaudía y Kai se había unido también al escándalo.
Jinki miró de un lado a otro, ese no podía ser su colegio, una buena acción no podía determinarlo todo, a menos de que hubiera sido el mismo Taemin impulsando gente con su osada popularidad. Entonces entre la revolución Tiffany se acercó lo suficiente como para hablarle cerca del oído.
—Fui yo la de la idea de hacerlo a escondidas, de otra forma te ibas a negar.
Y Jinki ni siquiera quería saber como es que Taemin, Joon y Tiffany se habían aliado y habían jalado a Mir y Kai en todo ello, cuando ni siquiera había cruzado palabras con esos dos. Luego recordó a Key, su mirada posada incrédula sobre él y Minho, Minho mirándolo como si fuera un ser extraño y ajeno a él. Yuri segura de si misma y él envuelto entre los brazos de Taemin.
Oh… Tonto, tonto Jinki. Y los valientes amigos que se venía a conseguir.
Fin Capitulo Cinco