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Afecto: quinta parte


Si alguna vez quieres regresar, yo estaré aquí esperando

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Las manos de Namin seguían siendo pequeñas y hermosas.

 

Goongsu lo pudo comprobar después de que pasaran media hora hablando en una de las pequeñas mesas de la cafetería, y ella le sonriera cada tanto, contándole de cosas como sus estudios o los días duros de su carrera, pero él solo la miraba y sonreía como si el tiempo no hubiera pasado realmente.

 

—Ha sido realmente un largo tiempo.

 

Namin se movió confundida.

 

—Y aun así tú no dejas de pintarme un mundo de colores.

—¿De qué hablas? —preguntó divertida.

—Que sigues diciéndome cosas lindas de tu vida, pero tus ojeras, lo mucho que has bajado de peso y esa mirada tuya no te dejan mentir bien. ¿Estás perdiendo la práctica?

 

Ella se soltó, las manos de Goongsu de pronto le quemaban.

 

—¿Has visto a Yunho? —él decidió cambiar de tema y Namin solo rascó un poco su nuca.

—No, pero ya salió de la militarizada.

—Sí, he venido a verlo a él también.

 

Namin mordió fuertemente su labio, no iba a llorar otra vez.

 

—Sabes que cuando estés listas podrás contarme lo que sea que esté atormentando.

—No —su voz repentinamente sonó dura— Nunca podría.

 

Ella lo miró y él lo notó.

Ella ya no era la misma.

Y esta Namin no pensaba dejarlo entrar en su vida. Ella se había esfumado años atrás.

 

 

 

Cuando Jaejoong llegó, el restaurante no estaba con demasiados clientes aquella tarde, pero respiró hondo y decidió llenarse de valor y no retroceder. Había acordado encontrarse con Changmin en aquel lugar cerca de las cuatro de la tarde. En cuanto la mesera lo ubicó su apetito se anuló.

 

Miró la carta un sinfín de veces sin poder concentrarse en algo que pedir, como si el haber llegado antes fuera una mala idea tan solo pidió algo para ver. Realmente ninguno de los dos llegaba a ese lugar para poder comer amenamente y conversar de cosas triviales.

 

Contempló la hora en su reloj. Y Changmin parecía realmente demorado hasta ese instante. Así que decidió mejor respirar hondo y tratar de entretenerse con cualquier imagen a su alrededor en tanto el otro lograba llegar.

 

 

 

—¡Goongsu!

 

Yunho apareció por la puerta de su oficina con los brazos abiertos y esa sonrisa cálida que lo hizo sentirse realmente bien de haber vuelto y se puso de pie para poder corresponder el abrazo y lograr que la bienvenida estuviera completa.

 

—¿Por qué no me avisaste que vendrías?

—Quería que fuera sorpresa, además no estaré en el país mucho tiempo.

—Al menos dime que te quedarás unos días…

 

Yunho lo había encaminado hasta su oficina, tomando asiento en uno de los sillones que tenía y Goongsu solo pudo asentir despacio.

 

—Pero no será mucho apenas tres días, tengo que volver a lo de mi especialización, ya sabes…

—Claro, me imagino. Pero me alegra que sean unos días más. Porque justo hoy tengo un asunto impostergable.

—¿Vine en mal momento? ¿Me estás echando?

 

Goongsu se fingió indignado y Yunho de inmediato rio divertido.

 

—Claro que no, pero es importante. Aunque me puedes acompañar si es que no estás muy ocupado. Pero mañana sin falta tenemos que ir a cenar y conversar todo lo que has estado haciendo estos años. Ya sabes que yo no tengo mucho que contar.

 

—¡Vamos! El ejército tiene su lado de diversión. —Yunho sonrió y Goongsu respiró hondo, moviendo un poco sus manos —Y… ¿sigues con él?

Yunho sin embargo había levantado su mirada sorprendido. —Sí.

 

—Entonces si era en serio eso que sentías por él.

—Lo es. Aún.

 

Goongsu asintió, acomodándose mejor en el asiento y mirando la cara de su amigo.

 

—Te estás haciendo mayor Yunho.

—Mira quien habla, te recuerdo que tenemos la misma edad.

—Sí, si… lo que digas.

 

 

 

 

Junsu apenas se encontraba empacando unas cuantas cosas para su viaje cuando el teléfono celular comenzó a sonar, y en medio de la ropa regada y las maletas que viajaban por todos lados, finalmente pudo ver las pequeñas luces del pequeño aparato.

 

—¿Aló? —su voz sonó algo agitada sin embargo aquello a Jaejoong, del otro lado de la línea eso no pareció importarle— ¿Changmin? Si, sé dónde está, pero ¿para qué quieres saberlo? ¿Sucedió algo?— Jaejoong se escuchaba algo serio lo cual había logrado intrigarlo bastante sin embargo el mayor era todo lo educado que había sido siempre frente a él— Bueno, pero después me cuentas mejor. Te paso por mensaje la dirección.

 

No se demoró demasiado en encontrar la imagen que necesitaba y se la envió al mayor, aun sin saber demasiado el porqué de la urgencia en Jaejoong, pero en cuanto se hubo desocupado de aquello volvió a lo suyo, empacar despreocupadamente todo lo necesario para sus dos semanas de vacaciones y los días que pasaría con su familia después de tanto tiempo.

 

 

 

 

Changmin aplaudía divertido ante el comentario fuera de lugar que Kyuhyun había realizado mientras Minho avergonzado desviaba la mirada murmurando unos cuantos insultos hacía el mayor quien solo lo miraba de manera burlona y con una ceja levantada. El pequeño local se encontraba lleno de gente pero la música no estaba en volumen muy alto y varios se encontraban ya disfrutando de la noche que se había preparado.

 

—¿Y Junsu?

—No vendrá, mañana sale a primera hora de viaje y me pidió que te dijera que a la boda y a la despedida de soltero ni loco faltaba.

 

Kyuhyun rio divertido mientras asentía y Minho giraba un poco hacía donde repentinamente algo estaba pasando.

 

Fue cuestión de segundos, porque en cuanto Jaejoong atravesó la puerta principal, usando un poco de influencias y mencionando las palabras correctas, los murmullos se comenzaron a esparcir, y la gente prácticamente empezó a abrirle camino a su paso. Changmin incluso por instinto levantó su mirada hacía el lugar donde todos se encontraban atentos y su afilada mirada empezó a atravesar al mayor que sin problemas caminaba directo hacia él.

 

—¿Ese no es Kim Jaejoong?

 

Minho quien ya había tomado una de las copas que el mesero les había ofrecido se mostró curioso mientras Kyuhyun veía de reojo a Shim y este simplemente fruncía el ceño, completamente inconforme con la presencia del mayor ahí.

 

—No creí que realmente se atrevería… —Sin embargo, Changmin de pronto empezó a sonreír y Kyuhyun solo bebió del champagne, sonriendo ante lo que seguramente Shim había preparado.

 

—Vaya, Changmin. Tal pareciera que te equivocaste al enviarme la dirección… —Jaejoong tomó una de las copas que aún quedaban sobre la charola del hombre a su lado y sonrió abiertamente— Menos mal que fui lo bastante astuto como para dar con la dirección correcta ¿no?

 

—¿Me dejan solo un momento por favor?

 

De pronto la voz de Changmin se había alzado algo afable, a lo que Minho y Kyuhyun solo empezaron a moverse de manera automática mientras la gente los miraba disimuladamente en la distancia.

 

—Realmente estoy sorprendido. Mira que llegar hasta la fiesta de compromiso de mi mejor amigo y aun así entrar… Tienes que ser muy famoso como para que la gente hasta arriesgue su trabajo por complacerte.

 

Jaejoong entonces frunció el ceño.

 

—No hagas esto más grande de lo que es. Yo cargo con la responsabilidad de haberme colado ¿bien?

—Oh, pero que alma más caritativa resultaste Kim Jaejoong.

 

Changmin bebió de su copa con una sonrisa burlona en los labios y Jaejoong solo respiró profundo.

 

—¿Por qué hacer toda esta tontería?

—¿Te refieres al haberte dejado plantado? —Changmin volvió a sonreír cuando Jaejoong pareció molesto al escucharlo, pero se obligó a ponerse serio— Pensaba reunirme contigo, pero se me hizo muy tarde.

 

—Mientes.

 

Changmin solo lo miró y movió un poco la bebida en su copa.

 

—Solo quería mostrarte algo… —Changmin había ladeado un poco su cabeza, mirando fijamente justo atrás de donde Jaejoong se encontraba. Al mayor apenas le tomó un par de segundos fijarse en ello y girar hacía el lugar donde Yunho ingresaba, tranquila y formalmente saludando a varios de los invitados que había en el lugar— Siempre me he preguntado que hace con alguien como tú —la voz de Changmin comenzó a sonar como un susurro en su oído— Y creo que al final ni él lo tiene muy claro. Porque por lo visto tú ni enterado estabas de la fiesta de compromiso a la que él asistiría esta noche ¿no es así?

 

En cuanto Yunho estuvo lo suficientemente cerca como para notar la presencia de los dos, se acercó con pasos lentos y visiblemente curioso al verlo a él ahí. Changmin sin embargo solo sonrió ampliamente y alzó un poco su mano.

 

—¡Yunho hyung! Llegas tarde…

—Lo siento, pero me llegó una estupenda visita.

 

Yunho había estirado un poco su mano hacía su derecha y Changmin incluso sonrió más.

 

—Goongsu hyung, no sabía que estabas en el país.

—Fue de improviso. Qué bueno verte, pequeño.

—No me digas así, ni los años fuera del país te quitan lo molesto ¿no?

 

Goongsu sonrió, pasando junto a Jaejoong, con una leve mirada llena de incomodidad que ambos compartieron en medio de un asentimiento demasiado serio, justo antes que el hombre llegara a Changmin y que ambos se fundieran en un cercano abrazo y saludos abiertos llenos de confianza que él desconocía.

 

—Realmente me sorprende verte aquí.

 

Yunho ya se había parado junto a él, con una mano sobre su hombro, y Jaejoong pareció despertar suavemente de su letargo. Ver lo ojos de Yunho y sentir que el mundo de Yunho siempre parecía estarlo rechazando. Una y otra vez.

 

—¿Por qué? —Yunho lo miraba atentamente— ¿Por qué no me dijiste que eso tan importante era… esto?

—¿De qué hablas?

—Aquí están todos tus conocidos, tus amigos… Yo…

 

—Entonces Yunho hyung te invitó. La verdad es que si hubieras sabido que ibas a estar en el país le decía a Kyuhyun para que te invitara personalmente.

 

Changmin había levantado la voz con intención. Y Jaejoong apretó la copa en sus manos.

Su estómago ardía. Se sentía tan humillado en ese instante que su cabeza palpitaba de rabia.

 

—Jae…

—Es mejor que me vaya.

 

Jaejoong depositó la copa en una de las mesas y Changmin solo miró de reojo la escena, viendo a Yunho caminar detrás de Kim.

 

—¿Lo conoces?

—¿Eh?

—A Jaejoong, ¿lo conoces?

 

Changmin sonrió, negando levemente.

 

—No realmente, pero me imagino que sabes quién es él para Yunho hyung ¿verdad?

—Si —Goongsu se movió incómodo— Pero allá él…

—Jaejoong no entiende que para la gente como nosotros, de buena familia, los cantantes, actores son como payasos. No tienen cabida entre la gente seria y respetable, no importa de cuánto dinero se llenen. No forman parte de nosotros.

 

Goongsu se alejó un poco, mirándolo con recelo.

 

—¿Qué hiciste?

—¿Yo? —Changmin habló inocente— Fue Yunho hyung quien inconscientemente lo puso en su lugar.

 

—¡Goongsu hyung!

 

Minho apareció repentinamente, abrazando al mayor por la espalda mientras lo saludaba animadamente y Kyuhyun estrechaba su mano con un abrazo posterior que lo hizo entretenerse un rato mientras veía a Changmin y su sonrisa divertida en tanto continuaba bebiendo el champagne en sus manos.

 

Aunque eres tu quien se fue, soy yo quien está arrepentido

Y es curioso porque mientras te vas, veo nuestros recuerdos caer y romperse y tú no te das cuenta

Fin de la Quinta Parte

 

 

La canción pertenece a Vixx (Cold at night)

Los amo, no me maten por demorar tanto en estar activa otra vez ;D

 

 

 

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Memorias prohibidas: capitulo 19


 

Memorias Prohibidas

Capítulo 19: Antes y después de ti.

En Seúl el clima era frío, de esos en los que salir a caminar parecer no ser una opción poco menos que amena, parecía haber rastro de que empezaría a nevar y que el día se arruinaría con una molestosa tormenta que impediría moverse adecuadamente dentro de la ciudad, pero para Boa, aquello no fue un impedimento para que colocara una bufanda en su cuello y sonriera ante el espejo; con el pequeño almuerzo que había preparado para esa mañana de domingo.

Cuando salió el clima no era tan terrible como parecía y conducir hasta el hospital no fue tan molesto como había pensado, incluso la radio pareció estar de su lado con aquellas canciones que le mejoraron el ánimo y le trajeron bellos recuerdos. Llevaba cinco años yendo al hospital, se había hecho una costumbre una que ya formaba parte de su vida y que era de tiempo exclusivo para su hermano.

Y de aquellos cinco años, seis meses desde que Yunho despertó.

Minho había vuelto desde la costa y había estado dos meses en Seúl, Siwon lo visitaba pasando tres días y Rain por ende un tiempo similar. Pero ella, ella se había dedicado a visitarlo cada noche saliendo del trabajo y lo acompañaba en las terapias. Su pierna había quedado resentida, lo suficiente como para que necesitara más de seis meses para recuperar la movilidad absoluta. Y su ojo derecho, ese era el golpe que más había resentido a Jung, probablemente lo perdería y Yunho era consciente de ello.

La movilidad del cuerpo de Yunho había tomado tiempo después de años en estado vegetativo. Y el ánimo de su hermano no había sido el mejor durante los primeros meses, como si no poder valerse por si mismo le sobrellevara la carga emocional más grande de todos. Pero poco a poco y con esas visitas diarias, y las de sus amigos. Yunho parecía haber amortiguado el dolor; y por supuesto la charla con el psicólogo había ayudado tremendamente al parecer.

Cuando Boa llegó la clínica estaba tranquila y habían pocas personas rondando en los pasillos; ella tan solo estaba a la espera que el mayor tuviera el permiso para ir a casa y no estar más tiempo en aquel lugar que incluso Yunho había optado como su nuevo hogar, haciendo incluso amistades en todo el lugar.

Al llegar, la puerta de la habitación estaba abierta y Yunho no se encontraba solo, estaba de pie a pocos metros de su cama y en camino hacía donde se encontraba Hojoon; el hombre esperaba a Yunho con los brazos abiertos y una sonrisa en la cara, cuando Yunho finalmente estuvo cerca ambos se abrazaron con fuerza y Hojoon palmeó la espalda de su paciente un par de veces y ambos rieron a gusto.

Boa solo pudo sentir toda la emoción recorrer su cuerpo y tapó con una mano su propia boca y respiró hondo mirando a su hermano finalmente caminar, aunque hayan sido unos pocos pasos, solo. Hojoon la determinó luego de unos segundos y le sonrió abiertamente y casi hasta con un poco de orgullo.

—Nos arruinaste la sorpresa Boa, queríamos que Yunho caminara hacía ti hoy y te diera la sorpresa.

Boa negó suavemente y dejó la comida sobre la mesita antes de correr a los brazos de su hermano y abrazarlo con fuerza, sin medir las lágrimas que habían empezado a salir de sus ojos.

—Es fantástico Yunho, esperé tanto por verte así… Estoy tan orgullosa de ti.

A Yunho le costó un poco moverse por completo para poder abrazarla pero finalmente logró hacerlo y respiró profundo sintiendo ese  inevitable confort y empezar a sentir como las cosas tomaban finalmente un rumbo fijo.

—Lo hice para que estuvieras más tranquila, y por supuesto por mí.

Yunho le regaló una corta mirada a Hojoon quien asintió y sonrió complacido, tratar el estado psicológico del menor había resultado un poco difícil al principio, pero poco a poco Jung había ido rompiendo sus barreras y entonces Hojoon había podido trabajar enteramente con él, para él.

—Hojoon me ha dicho que ha hablado con el médico, y él le ha comentado que probablemente esta tarde me den de alta.

—¿En serio? —Boa limpió velozmente sus lágrimas— Eso sería fantástico, pero no he ordenado nada y tu habitación aún no está completamente lista y además…

Boa pareció ocupar sus pensamientos casi de inmediato. Y Yunho rió divertido.

—Tranquila, tranquila. No es necesario, tenía pensado ir a mi departamento y…

—¡Nada de eso! —Boa levantó la voz de inmediato e incluso Hojoon sonrió divertido— Al menos estos primeros meses te quedas conmigo. Quiero ver que te alimentes bien y quiero seguir acompañándote a tus terapias, ya que ahora tendrás que venir cada tres días me imagino. —Miró a Hojoon y él asintió tranquilamente— ¿Ves? Al menos estos meses déjame cuidar bien de ti.

—Pero ya has hecho mucho por mí estos años.

—Y lo seguiré haciendo, y no quiero hablar más del tema —Boa caminó presurosa hacía la mesita donde había dejado el almuerzo mientras Hojoon ayudó a Yunho a sentarse en el pequeño sillón junto a la ventana— Mira hoy traje un poco de comida pesada. Y una ensalada de frutas.

Yunho sonrió mientras la veía a ella estar tan emocionada por haberlo visto caminar solo y un segundo antes de que la mujer siguiera con su charla, acarició su rostro y la contempló unos segundos antes de sonreírle nuevamente.

—Muchas gracias.

Ella únicamente le devolvió la sonrisa y continuó abriendo las bandejas de comida y llevando un poco de esa comida a la boca del menor.

—Entonces necesito que me tenga listo ese informe para la junta de inversionista que tenemos este viernes. —Mir ingresó en el despacho en el instante exacto en que Changmin se colocaba la chaqueta con el auricular en su oreja como si el mayor continuara trabajando a pesar de ser fin de semana— Mañana hablamos con los ejecutivos de la empresa telefónica y veremos si podemos agregar esa información. De acuerdo nos vemos mañana entonces. Descanse.

Cuando Changmin terminó su llamada, giró dejando el auricular sobre la cama y descubrir a su hermano menor en el umbral de la puerta con los brazos cruzados y esa mirada burlona en el rostro.

—Por dios deja en paz a esa pobre mujer al menos hoy que es domingo.

—Pues para que te enteres, ella me llamó porque estaba cuadrando unos costos de la próxima junta directiva —Se excusó el mayor golpeando suavemente en el hombro al menor— Y tú deberías tener todo lo de tu departamento ya listo para mañana también.

Mir únicamente rodó los ojos, y Changmin solo sonrió antes de checar su imagen un par de veces ante el espejo.

—Definitivamente ella es tu secretaria perfecta. Adicta al trabajo igual que tú —Changmin únicamente sonrió, guardando el celular y las llaves en su bolsillo— ¿Vas a salir?

—Yoochun me pidió que nos viéramos hoy.

—¿Y cuándo es que ustedes no se ven?

—Que Rain pase más tiempo con criminales de mala muerte que contigo no es mi problema.

—Pues lo prefiero con criminales que con actores y actrices rodeándolo todo el tiempo.

La mirada de Changmin se afiló; ese había sido golpe bajo.

—Él es director, obviamente siempre va a estar rodeado de esa gente.

Mir solo alzó sus hombros divertido con las expresiones del mayor  y cuando Changmin estuvo listo, bajando las escaleras y hablando en voz baja para comprobar que no se le quedara nada, Mir lo alcanzó y rodeó con sus brazos al mayor.

—¿Y para qué es la cita?

—Pues ni idea.

Changmin aunque sonaba desinteresado, Mir lo sabía por esas experiencias conociendo de nuevo a su hermano que en realidad estaba ligeramente ansioso. Miró el perfil del mayor y lo abrazó un poquito más fuerte. Ha cinco años de todos esos meses de locura en las que se habían convertido sus vidas. Changmin finalmente no había podido recuperar la memoria, apenas tenía vagos recuerdos dispersos entre un pasado muy lejano o en ocasiones muy cercanos, pero nada concreto ni demasiado profundo.

Finalmente todos habían tenido que empezar a conocerse como si fueran completos extraños.

Yoochun era lo único que Changmin reconocía realmente y aquello había sido el pie para que el mayor empezara a retomar su vida desde cero. Logrando esa estabilidad que tanto había tomado conseguir.

—Vuelvo a la noche.

—Si es que vuelves… —le comentó divertido el menor, pero Changmin solo rodó los ojos— Cuidate.

—Igual.

Changmin le sonrió antes de marcharse, y Mir suspiró ante su salida.

Acostumbrarse había resultado duro, pero lograr la estabilidad que tenían ahora, lo tenía mucho más tranquilo.

Yoochun llegó al medio día al edificio que se alzaba imponente frente a sus ojos y sonrió divertido cuando distinguió el auto de Changmin estacionado en la misma acera, y al hombre apoyado en el carro, esperando por él mientras miraba el reloj aparentemente de manera impaciente.

—Siempre puntual ¿eh?

Él llegó con una sonrisa, pero Changmin únicamente lo miró y entrecerró los ojos.

—Llevó quince minutos esperando.

—Al menos hubieras demorado un poco, nunca habías estado por aquí. Ubicarse es difícil.

—No para mí.

—Ya no peleemos.

Yoochun se acercó con una sonrisa, dejando un beso rápido en los labios del más alto. Pero el rostro de Shim no cambió, así que Yoochun solo amplió su sonrisa y besó de nuevo su boca, esta vez los ojos de Changmin parecieron suavizar esa expresión dura en su rostro. Así que en esta ocasión Park lo tomó por las mejillas antes de besar profundamente su boca y acercarse todo lo que le fue permitido en ese instante.

—…Idiota.

Susurró el mayor, con esa sonrisa en su rostro que luchaba por salir de sus labios, por lo que Shim decidió empezar a caminar aunque no sabía hacía que rumbo se dirigían.

—¿Para qué me trajiste aquí?

—Quería enseñarte algo.

Yoochun estiró un poco su mano y Changmin solo miró su mano y desvió la mirada antes de tomar su mano y caminar hacia el interior del edificio donde el mayor lo había citado. Finalmente Yoochun había hablado un rato con el que parecía ser el guardia y subieron hasta el piso doce, donde se abrió imponente uno de los departamentos más espaciosos que había visto, y que por supuesto se escapaba de la neutralidad que solía tener Yoochun a la hora de escoger sus espacios.

—¿Piensas comprarlo? —Changmin miró curioso el lugar y el ventanal con la vista hacía la ciudad que este le otorgaba.

—En realidad: lo compré.

Changmin giró sorprendido hacía el mayor y este asintió con una sonrisa en el rostro.

—¿Y eso? Este lugar está como muy grande ¿no crees? —Yoochun tan solo alzó un poco los hombros— Tú sueles preferir gastar más en carros que en departamentos.

—Sí, bueno… pero pensé que este era el lugar perfecto en cuanto lo vi. Perfecto y espacioso como para tener un estudio, una gran habitación, una amplia cocina, una estupenda vista. Preciso para dos personas que están dispuestas a empezar otra etapa nueva en su vida.

En esta ocasión la sonrisa de Changmin se hizo presente sin tapujos, apoyado en el pequeño barandal del ventanal.

—¿Y eso que significa?

—Significa todo lo que tú quieras que signifique.

Si, el pecho empezó a latirle nuevamente desbocado.

Y, sí. Changmin no pudo controlar esa sonrisa que Yoochun ignoró para poder darle un amplio beso que el menor aceptó sin problemas.

—Eres tan molesto, dando por sentado que me quiero venir a vivir contigo.

—¿Y es que no quieres? Porque a mí no me molestaría comer decente todos los días de mi vida.

—No voy a cocinarte todos los días.

—Pero al menos contigo comeré a todas las horas y como es debido.

Changmin solo golpeó suavemente en el hombro y esta vez fue él quien se acercó para darle un beso. Tan molesto y odioso a la vez, que Changmin no podía evitar rotar a su alrededor todo el tiempo, y permitirle todos los besos que fueran necesarios para hacerlo olvidar de aquello. De lo bien que se sentía entre sus brazos.

Cuando Son Hojoon conoció a Yunho, el menor no era ni de cerca más que un remedo del hombre que es ahora, tal vez Hojoon no había tenido la oportunidad de conocerlo antes, pero descubrirlo con el paso de los meses le había hecho olvidar por un momento esa brecha inquebrantable entre paciente y psicólogo.

Pero ahondar con él entre sus problemas y esa inevitable aura que el hombre expedía lo hicieron caer en una especie de imán que al parecer no supo manejar con mucho cuidado, y que al final remontó en una profunda sensación de amistad en aquellos meses de trabajo en el que Yunho le confió no solo sus secretos, sentimientos y emociones. Sino también en sus esperanzas y miedos.

Terminó incluso acompañándolo en las terapias, saliendo a los jardines de la clínica junto con Boa mientras Yunho tomaba un poco de aire y respiraba ese aire a libertad que tanto anhelaba desde hace semanas. Y ese día finalmente había llegado.

Yunho ya se encontraba listo y con la maleta preparada para poder salir de ahí; Boa había preparado todo y se encontraba checando que la apariencia de Yunho fuera poco más que perfecta. Hojoon desde la esquina de la habitación los veía con ese sentimiento de familiaridad tan inexplicable para él todavía.

—Listo.

Boa sonrió orgullosa, y Yunho le devolvió la sonrisa. Luego había desviado la mirada hacía Hojoon  —¿Nos vamos?

Hojoon no había esperado aquello, pero tampoco se había sentido incómodo, por lo que asintió de inmediato y ayudó a Yunho a levantarse de su cama para que se sentara en la silla de ruedas mientras Boa lo empujaba directo hacía la salida.

—Boa ¿trajiste tu carro?

—Si, lo tengo en el parqueadero.

—De acuerdo —Hojoon sonrió— entonces te ayudo a llevarlo al carro y los alcanzo en mi auto. ¿Te parece?

—Claro, no hay problema.

Los acompañó hasta la salida y el auto de la mujer, tal y cual había dicho. Yunho le había indicado un par de cosas acerca del aparcamiento en la zona donde vivía su hermana desde que se había mudado a Seúl y que él por supuesto conocía.  A Yunho le había costado un poco ubicarse en tiempo y espacio cuando se había levantado, pero había sido cuestión de dos meses para que se hiciera a la idea.

En cuanto el auto de Boa arrancó, Hojoon sonrió y respiró profundo.

Las personas como Yunho merecían esa felicidad que poco a poco le estaba siendo otorgada luego de un incidente fatídico como ese. Del cual había sobrevivido casi de milagro.

Siwon se había tomado ese fin de semana para reunirse con su hermano. Había viajado las pocas horas en avión y finalmente se había encontrado con su hermano quien lo había recibido con abrazo de por medio y todo un itinerario de paseos en lancha, tardes en la playa y mucha comida.

Frente suyo Jinki y Minho platicaban despreocupadamente entre sonrisas y anécdotas que hacían a Siwon sentirse como demás en medio de la habitación y comer sin muchas ganas empezando a sopesar todas las posibilidades que esa cercanía involucraba. Eso claro, hasta que su celular empezó a sonar.

—¿Boa? —Inmediatamente la atención de Minho se había posado sobre él y Siwon quien no se había levantado de la mesa, sonrió de inmediato apenas escuchó la noticia de boca de la mujer quien irradiaba alegría— Eso es fantástico… No, no estoy en Seúl ahora. Estoy con mi hermano, pero el lunes a primera hora llego y apenas salga de trabajar voy para tu departamento… Por supuesto, avisame a penas lleguen para poder hablar con él. De acuerdo, cuidate.

Apenas cortó, Minho se acercó un poco hacía él y sonrió.

—¿Es sobre Yunho? ¿Qué pasó?

—Le dieron de alta.

Minho dejó escapar un suspiro de alivio y Jinki le regaló una sonrisa cómplice de nuevo.

—Voy llevando los platos.

Onew susurró aquello y Minho únicamente asintió, mientras el mayor empezaba a recoger los platos. —Dile a Yunho que iré a visitarlo el próximo fin de semana, esta semana estoy con el trabajo a todo lo que da. Pero este viernes me doy una escapada.

—Ok… —Siwon tosió delicadamente y miró de reojo que Jinki se encontrara ocupado en la cocina— Oye, Minho… ¿Jinki y tú que se traen?

Minho inmediatamente se enderezó y carraspeó discretamente.

—Nada… —Pero para Siwon aquello sonó tan falso que no pudo evitar cruzarse de brazos y rodar los ojos— Bueno, quizá si haya algo… pero lo estamos tomando con calma ¿de acuerdo? Cuando tengamos algo serio, serio. Te lo informaré de inmediato ¿bien?

—Eso espero.

Siwon luego de aquel rictus firme en su rostro, le sonrió condescendientemente y volvió a comer lo poco que quedaba en su plato con un poco más de calma.

Cheolyong un poco impaciente ante la demorada llegada de uno de los amigos más cercanos de Jihoon, movió un poco la cabeza y el mayor sonrió divertido por la expresión infantil que el otro había tomado.

—¿Qué pasó? —preguntó Mir y el otro solo alzó sus hombros.

—Nada.

E inmediatamente el otro lo beso sin premura y con una sonrisa en los labios, cuando las puertas del ascensor se abrieron ambos lograron separarse oportunamente y Boa sonrió divertida al verlos.

—Oigan ya dejen de comer frente a los pobres.

Resultaba que Jihoon y Cheolyong llevaban poco más de tres años saliendo oficialmente, luego de que claro Changmin pusiera el grito en el cielo por la diferencia de edad, que finalmente no era tanta, pero que Rain había solucionado con una charla directa con los padres del menor y por supuesto con el hermano mayor.

—Íbamos a traer una botella de champagne —Comenzó Rain— pero como tú aun estás medicado, preferimos no arriesgarnos y mejor compramos una deliciosa canasta de frutas.

Yunho inmediatamente rodó los ojos.

—Que pereza con las frutas, estoy igual de harto con las verduras.

Jihoon sonrió antes de acercarse y abrazarlo con fuerza.

—Qué bueno es verte de regreso. —Jihoon entonces reconoció de inmediato al hombre tras Yunho y sonrió estirando su mano hacia él— Que tal Hojoon.

—Bien.

Finalmente habían ingresado al departamento, Mir había iniciado platica con Hojoon y Boa se encontraba preparando unos pequeños bocadillos mientras Jihoon se acercaba con el teléfono en mano hacía un tranquilo Yunho que revisaba curioso el departamento.

—Es Siwon.

—Oh, gracias —Yunho había sonreído de inmediato. Aceptando el teléfono sin problemas— Choi ¿cómo así no te tengo por estos lugares amargándome la recuperación?

Boa desde el mesón escuchó la risa fresca de Yunho y sonrió de inmediato al verlo mientras se levantaba con dificultad de la silla de ruedas y caminaba hasta las pequeñas sillas en el balcón de su departamento.

Ver a su hermano volviendo a ser el mismo la tenía más que complacida rebosante de felicidad. Y le resultaba inquietante que en estos meses desde que Jung hubiera despertado, ninguno de esos días, siquiera por error el hombre hubiera preguntado por Kim Jaejoong.

Le resultaba curioso recordar al hombre todavía, pero le sorprendía aún más que Yunho no tuviera ningún atisbo de duda sobre el paradero de Kim. Y sinceramente no sabía cómo sentirse al respecto.

Heechul había cambiado el color de su cabello hacía unos tres meses atrás.

Ahora portaba un curioso color rojizo que entonaba con la palidez de su rostro y la delgada estructura de su cuerpo, ahora que había regresado a Seúl después de años de ausencia en el país. Pero volvía con esa paz y tranquilidad de al menos poder cumplir con su palabra.

Cuando fue a visitarlo, recordó lo mucho que le incomodaba esa clase de lugares y esperar fue casi una tortura. Pero decidió soportarlo, tenía entre sus manos esos papeles que lo sustentaban como el portador de buenas noticias.

Jaejoong había ingresado con su cabello largo y un poco menos delgado desde la última vez que lo visitó hace dos años. El hombre había sobrevivido, si podía denominarlo de alguna manera, y estos años habían logrado incluso endurecer al más joven, quien a pesar de todo mantenía esos ojos ansiosos aunque lo ocultara.

—Heechul.

Jaejoong estiró una mano hacía él, y él apretó su mano formalmente.

—Qué bueno verte, ¿cómo has estado?

—Sobrevivo.

Heechul no se sentó y a Jaejoong le pareció fuera de lugar hacerlo mientras el otro se mantenía de pie, así que espero que el otro sacara a aquellos papeles del sobre entre sus manos.

—Pues ya no vas a tener que seguir haciéndolo. —Heechul había estirado unos papeles hacía él— De ahora en adelante vuelves a vivir.

Jaejoong que no entendía bien lo que estaba sucediendo, por más que vio una y otra vez los papeles empezó a exasperarse.

—No entiendo, ¿qué es todo esto?

—Eres libre, Jaejoong. El juez te otorgó libertad condicional por buen comportamiento.

Jaejoong bien el mundo iluminarse de repente, llevó una mano a su boca y luego simplemente corrió a abrazar al hombre frente a él y respiró hondo. Como si todos los planes llegaran de golpe uno tras otro a su cabeza. Como si todos sus asuntos pendientes afuera aún estuvieran esperando por él.

Fin Capitulo Diecinueve

Fin Capitulo Diecinueve

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Afecto: cuarta parte


El miedo de haberme acostumbrado a ti

..:: 4 ::..

 

Café.

Un amargo café caliente en la mañana.

¿Por qué de pronto se encontraba tomando un café amargo?

Quizá necesitaba comprobar que aquello podía calmarlo igual que lo hacía con Yoochun, igual que se lo había recomendado año atrás. Los pasos de Yunho se deslizaban por el departamento con naturalidad y el reflejo de su perfil yendo de un lado a otro mientras arreglaba su corbata lograba ponerlo un poco más que inquieto.

¿Desde cuándo sonreír era un llamado directo a sus lágrimas?

—Hoy tengo un almuerzo con el asistente del alcalde y en la noche una cena con un amigo que no veo hace mucho tiempo. No creo poder llegar temprano. —La voz de Yunho se perdía entre los pasillos, Jaejoong bebía de su taza lentamente, con algo muy parecido a la paciencia— Pero prometo no llegar demasiado tarde. Junsu se irá de vacaciones en unos días y quiero estar completamente acoplado al trabajo de nuevo.

Jaejoong en su lugar, solo había asentido, miraba extrañado el lugar que Yunho debería estar ocupando frente a él en la mesa y sonrió otra vez.

Me siento solo

¿Hubiera estado bien decir aquello?

No lo creía así, habían pasado los dos últimos años uno junto al otro. Conviviendo en cada espacio de tiempo como si no existiera más entre los dos. Y de pronto las largas ocho horas de Yunho en el trabajo, que a veces eran más, se le hacían eternas.

Pero iba a estar bien, en cuanto empezara a grabar, entonces no tendría tiempo para sentirse solo otra vez. Solo se había mal acostumbrado. Solo estaba siendo un poco caprichoso. Y nada más.

—No me guardes cena. Adiós.

Yunho se acercó para darle un beso rápido pero Jaejoong no se lo permitió. Tomó sus mejillas con cuidado y besó sus labios despacio. Pendiente de cada sensación que lograba despertar en él.

—Nos vemos en la noche, Yunho.

—Hasta la noche, Jae.

Y se fue así, con una sonrisa en los labios, mirándolo fijamente a él. Jaejoong sintió de nuevo esa hinchazón en el pecho. Como si estuviera desconectado con la realidad, sonrió y esas ganas de llorar se galoparon en su interior otra vez.

Pero, ¿por qué?

—Yo creo que solo tienes que volverte a acostumbrar al hecho de que no pueden estar juntos como garrapatas todo el tiempo.

Yoochun habla sin problemas, sentado junto a él mientras tinturan su cabello, que ha crecido tan rápido que Jaejoong y apenas le sorprende no haya decidido cortar.

—Pero ya va a ser un mes desde que salimos.

—Entonces acepta de una vez un papel, y verás como el tiempo se te va rápido. En unos días tienes tu fanmeeting, deberías lucir más alegre al menos.

Jaejoong podía ver de reojo como Yoochun se mantenía recostado en su silla, con los ojos cerrados y esperando que el tiempo pasara. Suspira mientras ojea la revista en su mano y siente a la mujer tras él, cortar un poco de cabello. Y resulta que en las fotos de la revista se encuentran Yoochun y él. Anuncian su fanmeeting y el tan esperado regreso de Park a los dramas.

Tienen que pasar unos veinte minutos antes de que Yoochun finalice con lo suyo y ambos se puedan retirar de la parte privada del lugar. Jaejoong va pensando en la nada, se deja guiar por los pasos de Yoochun hasta la salida y lo observa girar hacia la caja mientras extiende su tarjeta de crédito. Jaejoong desplaza su mirada lo hace casi sin querer. Entonces la imagen de la bella y alta mujer a la que se encuentran peinando choca frente a él.

—¿Me puedes explicar porque hemos venido a acompañar a Victoria?

—Ya te dije que por habérmele escapado a beber contigo y Minho la otra noche estoy en zona roja. Y no iba a sufrir por esto solo.

—Ah, ya cásense. Que pereza me dan.

Jaejoong giró discretamente hacía uno de los lugares a unos metros de él. Changmin estaba sentado en uno de los sillones, mirando una revista cualquiera sin prestar real atención mientras el otro hombre a su lado únicamente sonreía divertido.

—¿Y cómo van las cosas con Yunho?

—Normal, salí a almorzar con él hace unos días.

—¿Y el tipo con el que estaba saliendo?

Changmin en ese momento torció un poco los labios.

Jaejoong escuchó entonces algo que ya suponía bien.

—Siguen juntos, aunque aun no entiendo que hace con un tipo así.

—Bueno quizá y si están enamorados.

—Por favor, Kyuhyun… —Bufó Shim— Ese tipo es más falso que las uñas postizas de Victoria.

Sintió la mano de Yoochun sobre su hombro y ni siquiera tuvo la intención de mostrarse sorprendido por ello.

—Siempre confié en el buen gusto de hyung. Ya sabes Yoona, Namin…. —Kyuhyun de pronto también se había puesto a ojear una revista cualquiera— Y aunque no sé quién es el dichoso sujeto con el que está saliendo si te parece tan insignificante entonces quiere que hyung ha bajado mucho sus estándares ¿no?

—Eso es mucho su problema.

—Siempre pensé que si alguna vez Yunho hyung terminaba siendo gay saldría contigo o Junsu. Ya sabes es el único que tiene verdadero acceso a ti, el único que lograba convencerte de algo en tu estado más tozudo y molesto. Y pues Junsu hyung es tan agradable que queda bien con cualquiera.

Kyuhyun rió ante sus propias palabras. Changmin, lejos de formar algún gesto, únicamente se quedó paralizado unos segundos antes de volver a mirar la revista un rato más. Jaejoong inconscientemente apretó sus puños con fuerza.

—Oh, lo siento.

La hermosa mujer que había visto hace un rato, había chocado contra él. Yoochun de inmediato se había acercado a ayudarla a recoger los objetos que habían salido de su cartera al caer y por su puesto había llamado la atención de Changmin y Kyuhyun.

—Amor, ¿estás bien?

Kyuhyun se había levantado como un resorte, Victoria entonces le había sonreído y asentido. Tan bella y tranquila a la vez. —Sí, fue culpa mía. Iba viéndome en el espejo y tropecé con él sin darme cuenta —Esta vez ella lo miró a los ojos— Mis disculpas.

—No se preocupe.

Jaejoong le sonrió tranquilamente. Pero sentía la mirada de Changmin fijamente en su espalda.

—Vámonos.

Esta vez fue Yoochun tomando suavemente su brazo quien lo hizo reaccionar, notó por el ceño fruncido en Park, que no le había regalad precisamente una mirada muy agradable al amigo de Yunho y Junsu que hasta ahora no había dicho palabra alguna. Pero por ese momento se dejó llevar. Quería en el fondo salir corriendo de ahí.

—Espera.

Changmin se había levantado con parsimonia y caminado hasta él.

Con esa odiosa expresión fría en el rostro.

—¿Qué quieres?

La voz agresiva de Yoochun se le había adelantado, pero Jaejoong decidió no calmarlo y a cambio solo miró directamente al menor, quien ahora le extendía una pequeña tarjeta de presentación.

—Vayamos a cenar. Creo que después de esto tú y yo tenemos mucho de qué hablar.

—No lo creo. Tú y Jae no tienen nada que hablar. Sus situaciones son bastante claras.

Changmin sonrió ante la nueva intervención de Yoochun.

—Creo que Jaejoong es lo bastante grandecito para decidir.

—Tienes razón. —Jaejoong tomó la tarjeta sin problema alguno y sonrió— Te llamaré en un par de horas para cuadrar la hora y el lugar, pero Yoochun tiene razón en algo. Nuestras posiciones son bastante claras. Lo son desde hace dos años atrás.

Esta vez la mirada desafiante de Jaejoong no pasó desapercibida para Changmin quien solamente rió divertido durante unos segundos.

—Como digas, nos vemos luego.

Después de aquello le dio la espalda y Yoochun volvió a jalar de él.

Era como si Yoochun se hubiera enojado por los dos, puesto que Jaejoong no sabía que sentir exactamente.

—¿Te has vuelto loco? ¿Por qué has aceptado salir con ese sujeto? Está claramente interesado en Yunho y es obvio que detesta por eso y quien sabe qué más.

—Exacto, por eso mismo lo voy a ver. Para dejarle claro un par de cosas, que al parecer no tiene muy en claro aún.

Yoochun quitó el seguro de su auto y bufó desconfiado.

—Solo no te expongas demasiado, Jae. Eso tipo no me da buena espina.

—No te preocupes Yoochun. Sabré manejarlo.

—Aun así… deberías hablar con Yunho sobre esto.

—Luego, cuando ambos estemos en el departamento lo haré.

—¡Lleven a este paciente a urgencias, de inmediato!

Namin movió su cabeza con cuidado, tenía un ligero dolor de cabeza desde temprano en la mañana, que debido a su atareada tarde no había podido remediar, o la pastilla sencillamente no había logrado funcionar como debería. La camilla pasó junto a ella y apenas pudo esquivarla antes de suspirar aliviada porque su turno terminara al fin.

Camino hacía la pequeña zona de descanso cerca de los vestidores cuando su encuentro con Yuri la hizo retroceder un poco, justo unos centímetros antes de chocar.

—Lo siento, —sonrió la mujer— Justo iba a buscarte.

—¿Para qué?

—Hay alguien preguntando por ti.

Namin frunció el ceño un poco, Yuri se tuvo que alejar a la planta de urgencias velozmente y ella un poco recelosa caminó despacio antes de que tuviera que entrar a la pequeña sala, donde incluso de espalda lo pudo reconocer.

Dentro de aquel traje negro y sofisticado que siempre lo había hecho ver tan bien.

—Goongsu.

Él giró ante el sonido de su voz, con esa sonrisa amplia y levantándose de su lugar, directo hasta donde ella estaba y abrazándola sin reparo alguno. Namin tuvo este choque de emociones tan fuertes que la hicieron aferrarse a él y llorar. Como si sola presencia hubiera traído consigo todos los errores de años atrás.

Si te hubiera escogido a ti, nada de esto hubiera tenido que pasar…

En vez de ‘adiós’ prefiero un ‘hasta luego’

Porque tal vez mañana cambies de opinión y ya no te quieras marchar

Fin de la Cuarta Parte


La canción pertenece a Lovelyz «Good night like yesterday»

Publicado en Fanfics

Afecto: tercera parte


La vida como una dolorosa espiral

..:: 3 ::..

 

 

Yunho entró en la oficina con tranquilidad, con el espacio de la ventana iluminando su oficina que parecía haber sido cuidada con esmero, dentro Junsu arreglaba unos pocos papeles, mientras hablaba por celular.

—Pensé que te tomarías unos días de vacaciones a mi regreso.

—Oh, hyung —Junsu pareció sorprendido ante su presencia, pero casi de inmediato sonrió, hablando veloz por el teléfono y colgando a los pocos segundos— No pensé que regresaras tan pronto.

Yunho miró con nostalgia su escritorio, sus papeles y las pocas cosas que había dejado ahí. Dejó el maletín sobre él y suspiró sentándose al fin en aquel cómodo sillón.

—Jaejoong se reunió temprano con su manager para leer unos libretos o algo así, y la idea de quedarme solo en casa sinceramente no me cuadró.

—Pues bienvenido, hyung.

Junsu le sonrió, con esa pequeña aura que lo hacía sentir realmente en casa, por lo que Yunho le devolvió la sonrisa y revisó unos cuantos papeles que tenía sobre el escritorio, viendo la mayoría de casos ya concluidos.

—¿Hay algún caso por ahí?

—¿Ya quieres empezar?

—¿Y para qué crees que he venido?

Junsu asintió, con esas ganas por la vida que Yunho desde siempre había logrado envidiar, se sentó frente a su escritorio, con algunas carpetas en las manos y frunciendo su ceño en aquella expresión de seriedad que tenía cada que parecía internarse en el trabajo otra vez.

—Hay un par que te pueden interesar…

Y entonces, la vuelta a casa empezó.

—¿No te agrada ninguno?

—El de la época imperial se ve bastante interesante… pero es demasiado largo.

Jaejoong miraba con perspicacia el libreto entre sus manos, el hombre mayor frente a él solo bebió un poco más de café y asintió cuidadosamente. Con las otras carpetas puestas sobre el pequeño escritorio.

—Pues sí, pero se ve bastante bueno y la producción es notable, el director es Kang Seunghee, ya has trabajado con él, y fue él en persona quien me pidió que lo leyeras.

—Oh, Kag Seunghee, lo recuerdo. Pero no lo sé…

—No deberías pensarlo demasiado— El manager agarró otra de las carpetas, enviándola directo a las manos del hombre frente a él— Aunque también tienes este drama romántico, siempre es bueno para atrapar a la audiencia de nuevo.

—Resúmelo.

—Tú eres el tipo millonario, ella es tu prometida. Enfermedad terminal de por medio. Te enamoras de tu doctora. Mueres.

—Cruel resumen.

—Tan solo lo simplifico.

Jaejoong sonrió, soltando un largo suspiro que lo hizo estirar su cuerpo mientras miraba hacía el techo de la oficina.

—Me llevaré los dos, y los leeré con cuidado. ¿Te parece?

—De acuerdo, pero juega bien tus cartas Jaejoong. Puedes empezar a grabar el drama romántico de inmediato y empezar el imperial en un par de meses y se ajustará a la perfección a tu horario.

Jaejoong asintió. Separando las carpetas y mirando al manager que ahora traía varias hojas entre las manos.

—Ahora hablemos de programas de variedades, entrevistas y sesiones fotográficas.  He estado pensando en un fanmeeting dentro de poco, en unas dos o tres semanas a lo mucho.

—Vaya… parece que has tenido mucho tiempo libre hyung.

—Mi secretaria en fan tuya, presiona como no tienes idea.

Jaejoong esta vez rió divertido, mirando la hora en su reloj.

—¿Y Yoochun?

—Dijo que se tomaría unas dos semanas libres, mientras iré revisando un par de libretos que suenan bien para él.

—Ya veo… —A Jaejoong no le tomó mucho tiempo levantarse de su lugar y tomar las carpetas sin demasiado apuro— Creo que ya me iré, te llamo mañana en la noche cuando haya tomado una decisión. Iré a almorzar algo.

—Jaejoong… —La voz suave del hombre lo hizo posar su mirada en él, aquella forma en la que aparecía concentrado en algunas páginas del libreto en sus manos, mientras le hablaba con ese tono cuidadoso que solía usar con él— Ya hemos hablado varias veces de tu situación sentimental, y sabes que cuentas conmigo; pero trata de ser extremadamente cuidadoso ahora que has salido del ejército y tu vida vuelve a ser pública, ya no estás dentro de las nulas cámaras de la militarizada y sabemos muy bien las múltiples razones por las que tu relación debe ser un absoluto secreto.

—Lo tengo claro.

Que lo dijera y que pusiera esa sonrisa en sus labios no hacía que la desazón en su boca al tener que admitirlo resultara menos, que sus puños apretando las carpetas no fueran un evidente indicativo que el hombre mayor frente a él notó de reojo mientras levantaba apenas la mirada de sus papeles.

—Lo sabías desde un principio Jaejoong.

—Sí. No tendrás problemas conmigo hyung, lo prometo.

Pero, entonces ¿quién le restaba ese terrible dolor de estómago que le provocaba la desazón de su realidad?

—Nos vemos luego.

Y sin esperar otra respuesta, Jaejoong salió de la oficina, prontamente lejos de ahí.

—Tráigame unos camarones al vapor, luego pediré algo más.

El mesero asintió con tranquilidad y Yunho verificó la hora en su reloj. Jaejoong estaba demorando un poco más de lo normal, pensó que quizá y hubiera sido buena idea haber invitado a Junsu también, pero luego recordó que en realidad había deseado ver a Jaejoong a solas aunque sea tan solo un instante.

Lo vio bajarse de un taxi a través del ventanal cercano a él, y sonrió.

Como si la espera en realidad no hubiera sido demasiada.

—Bienvenido.

Jaejoong tan solo asintió al escuchar la voz del hombre a la entrada del restaurante y el tiempo se detuvo frente a él cuando al girar en una pequeña esquina aquella esbelta y bella mujer de cabello largo pasó junto a él. Jaejoong se detuvo y pensó. Como si hubiera olvidado incluso como respirar.

Esa sensación…

Entonces giró con fuerza, ahora apenas podía ver el vestido de la mujer moverse sutilmente con cada uno de sus pasos, directo hacía el lado opuesto al que él se dirigía. La conocía, su cuerpo reconocía su sola presencia a pesar de no haber reparado demasiado en su rostro. Luego se perdió entre las mesas y los constantes doblajes y lugares precisamente ubicados para tener privacidad.

Frunció el ceño confundido.

Sé que la he visto en algún lugar

Lamentó el no haber reparado correctamente en su rostro y regresó su camino hasta Jung, con una sonrisa en su rostro y contemplando el agradable recibimiento del abogado con aquella destellante sonrisa en los labios.

—¿Cómo has estado?

—No tan ocupado.

Jaejoong sonrió ante esa respuesta y se sentó frente a él, acariciando velozmente su mano como único reconocimiento entre ambos. Antes de que los minutos comenzaran a pasar veloz entre pequeñas anécdotas del día y el delicioso plato con mariscos que él mismo había logrado pedir.

—Dios… en serio había extrañado la comida de verdad.

—Deberíamos ir a comer algo de ramyun, nunca superare el sabor de algo tan básico como eso.

Kim asintió emocionado en esta ocasión.

—Puedo pasar recogiendo un par. Y para cuando llegues al departamento lo tendré listo.

—¿En serio? —A Yunho incluso parecieron brillarle los ojos— Eso sería fantástico.

Jaejoong rió ante lo fácil que había sido contentar a Yunho y estuvo a punto de acariciar su mano nuevamente cuando los suaves quejidos de los demás y el grito de aquella mujer los hizo sobresaltarse al igual que la gran mayoría de comensales a su alrededor.

—¡Te he dicho no te me acerques más!

Esa voz…

Jaejoong pudo notar por la expresión de Yunho que no se equivocaba en sus suposiciones, aún más cuando giró despacio y la encontró, con su rostro alterado, envuelta por aquel hermoso vestido, con su cabello largo y sus ojos tan diferentes a la última vez que la vio.

—Yoona deja de hacer escándalo. ¿No te das cuenta del lugar en el que estamos?

—Me importa un carajo. Me voy a divorciar de ti. Se acabó.

Cuando ella giró dispuesta a marcharse el hombre la agarró del brazo; hubo ese intercambio de miradas que Jaejoong pudo notar a través de Yoona fue demasiado para ella porque a los pocos segundos ella bajó la mirada y él afianzó su agarre.

—Hablemos en casa.

Fue como si los susurros lentamente acapararan el lugar, y Yoona fue sacada de ahí por aquel hombre de presencia imponente que se alejaba de todos directo hacia el carro que ya esperaba por ellos afuera.

Regresó la mirada a Yunho y todo despojo de felicidad se había evaporado, ahora tan solo estaba más bien consternado, preocupado. Jaejoong tuvo esa terrible desazón de nuevo en su pecho.

—Pensé que habría terminado con ese sujeto.

—Después de tantos años… —Se lamentó Jaejoong, con un suspiro saliendo de sus labios— Ella no merece eso.

Ninguno lo mencionó, pero cuando sus miradas se cruzaron luego de unos segundos el mismo nombre corrió entre ellos. Ese nombre que no se había vuelto a pronunciar en años, que hizo a Jaejoong moverse incomodo en su lugar.

—Ellas eran buenas amigas.

—¿Y lo seguirán siendo?

Jaejoong en el fondo quería ser egoísta. “No te metas” “No nos incumbe” pero Yoona finalmente había logrado dejar mella en él.

—Deberías buscarla… —musitó— Si los dos hablan con ella, podrían hacer algo.

Jaejoong recordó que todo aquello era una ola enorme sobre él. Yoona el primer amor de Yunho, Namin la única relación duradera que Yunho había mantenido con alguien, que todo volviera a mezclarse lo hacía sentirse como el niño torpe e inseguro de años atrás. Ese que fingía tener el mando de la situación, la fuerza y el control.

—Jae… si en realidad tú…

—Hazlo. Solo trata de ayudarla y luego olvidémonos de todo. Eso es algo que no ha cerrado aún. Si no lo haces ahora, no quiero que nos atormente en unos años más.

Yunho lo miró de esa manera, de esa sutil manera que tenía para hacerlo sentir de nuevo con los pies en la tierra.

—Gracias.

Y Jaejoong únicamente sonrió, apretando la mano de Jung levemente y respirando hondamente otra vez.

Pretendes no saber nada, pretendes no verme suspirar

¿Por qué el borrador en tu cabeza sólo funciona cuando se trata de mí?
Mi corazón se acelera mientras te empiezas alejar, y yo todavía estoy en el mismo lugar

Siempre el mismo lugar

Fin de la Tercera Parte


La cacnión pertenece a 2PM (Back to square one)

Publicado en Fanfics

Afecto: segunda parte


Quisiste ser una mariposa, pero tus alas fueron demasiado cortas

..:: 2 ::..

Alguna vez Namin pensó que la vida podía ser tan basta y grande que la gente se perdía en la inmensidad y donde finalmente esas acciones pequeñas no pesaban demasiado, y que en realidad no importaban mucho menos si solo una persona era la dueña de ese secreto. Pero finalmente, en ese instante, superando los veinticinco, cercana a los treinta se daba cuenta que el peso sobre sus hombros era tan grande que en tardes como esas se le hacía difícil respirar.

El sol se empezaba a ocultar, aferrada al abrigo que una navidad pasada le regalara Yoona, oculta del viento que sacudía sus cabellos mientras luchaba porque el cigarrillo en sus manos no se apagara. Los días ahora parecían más largos que antes. Y ella se sentía como en un limbo permanente.

Cuando el cigarrillo se acabó, pensó que sería hora de volver a casa.

Al silencioso pasar de las horas y la bulla a distancia de las noticias del día mientras lograba ponerse algo más ligero y el café como única cena le hacía compañía.

En noches como esas el mundo parecía tan solitario y triste.

Jaejoong estiró su mano fuera del auto y sonrió, con el viento en su cara y la mano palpando esa sensación deliciosa de libertad. Yunho era quien conducía ahora y quien lo miraba de reojo cada tanto; complacido con esa imagen que lo hacía pensar en tomar su mano y besarla, su gratitud despojada en un beso, por esa sensación que crecía en su pecho cada que lo veía.

—Mira el camino hyung, no quiero rasguños en mi auto.

Changmin logró interrumpir el pequeño silencio. Cruzado de brazos y sentado entre Yoochun y Junsu que parecían no haberse percatado de la constante distracción del mayor.

—¿En serio te preocupa más el auto que lo que pueda pasarnos? —Changmin levantó los hombros distraídamente y Junsu solo alcanzó a rodar los ojos ante la nula respuesta verbal por parte del menor.

Luego de la cena, las risas e historias. Yunho había pedido manejar, hace dos años que no lo hacía: lo extrañaba, lo anhelaba. O sencillamente quería ver más de cerca el rostro relajado y sonriente de Jaejoong; la verdad no importaba ya, luego de minutos de insistencia Changmin había cedido al fin.

Y ahora la música sonaba bajito en el auto del menor mientras recorrían las calles de Seúl iluminadas por las farolas y los edificios. Junsu se preguntó si en realidad irían al departamento de Jaejoong, pero no bastó demasiado tiempo para que se diera cuenta de que en realidad la primera parada sería efectivamente en el departamento del actor.

Yoochun había comentado algo de viajar un tiempo a Estados Unidos ahora que tenía libertad de nuevo y Junsu pensó que en años no salía a vacacionar, especialmente desde que Yunho había abandonado el buffet, sería tan relajante visitar a su familia y pasar unas semanas con ellos, que la idea de ir a Gyeonggi e incluso avisarle a Junho para que fueran juntos le comenzó a dar vueltas en la cabeza.

—Escuché que les han planeado un fanmeeting.

Yoochun entonces bufó. —Sí, algo así nos había comentado el manager.

—Deberías alegrarte al menos —comentó Changmin, con esa imperturbable sinceridad, tan brusca como sus palabras— Si la gente va, es porque al menos tienes un lugar seguro al que volver. Ya sabes, tu trabajo es un medio tan… inestable.

Junsu codeó discretamente a Changmin y su poco tacto al momento al hablar, pero Yoochun solo sonrió y apoyó la quijada en su mano.

—No te preocupes, sé que hay muchas esperando por mí.

Jaejoong desde su lugar solo sonrió y negó suavemente.

—¿Y tú? —Habló bajo Yunho, tomando levemente la mano de Kim— ¿También tienes a muchas esperando por ti?

—Obviamente si —sonrió Jaejoong— Pero la única persona que me importa, no ha tenido que esperar por mí, ha estado junto a mí todo el tiempo.

Por fin Yunho tuvo la oportunidad, de poder besar esa mano que se ceñía a la suya mientras transitaban por esas calles curiosamente ligeras esa noche. Y el mundo se hizo más pequeño para ellos, porque cuando por fin pudo sentirse aliviado luego de conducir por más de cuarenta minutos,  el edificio estuvo frente a los dos y estacionarse despacio fue lo más sencillo.

—Bien, hasta aquí los acompañamos.

Tanto Yunho como Jaejoong se quitaron el cinturón de seguridad con calma mientras Changmin volvía a su lugar y les habría la cajuela para que pudieran sacar sus pertenencias.

—Nos vemos.

Yunho hizo un pequeño gesto con sus manos. Y los demás tan solo asintieron.

—Directo a casa, nada de ir a beber Yoochun.

Park únicamente rio divertido mientras Changmin arrancaba y lograban alejarse de la vista de ellos. Jaejoong fue el primero en caminar, particularmente cansados y agotados por el día el viaje hasta el piso de Kim fue corto y tranquilo, y una vez el departamento que había sido limpiado por la madre de Jaejoong cada mes estuvo frente a sus ojos, entonces recién pudieron sentirse verdaderamente libres.

Jaejoong soltó las maletas sobre uno de los sillones y Yunho lo abrazó por la espalda.

—¿Una ducha?

Kim solo asintió. Dejando un beso en sus labios y jalando de su mano mientras corrías por los pasillos, muy delante de Jung quien se quejaba por poder tropezar en cualquier instante, y él reía vigoroso y entusiasta, esa noche fría en que el invierno estaba a punto de terminar.

—Solo será una muestra.

El niño frente a Namin arrugó el rostro, cerrando los ojos y moviendo la cabeza apenas vio a la mujer acercar la aguja a su brazo, pero ella solo sonrío con nostalgia y cumplió con su cometido veloz pero diligentemente.

—Listo, ¿dolió? —el niño negó vehementemente, pero podía notar por la forma en que mordía sus labios y sus ojos luchaban por no mostrar lágrimas que eso estaba bastante alejado de libertad, así que antes de marcharse con sus implementos ya guardados y listos, agitó los cabellos del menor y extendió un pequeño dulce hacia el menor— Ten, por ser tan valiente.

—¿En serio?

Entonces la actitud del otro cambió velozmente.

—Por supuesto, es tuyo.

—¡Gracias, noona!

El niño lo abrió velozmente y ella solo avanzó hacía la puerta de la habitación —No olvides lavar tus dientes— el niño asintió con mucho más entusiasmo y ella solamente sonrió antes de volver al pasillo donde varias enfermeras que batallaban con el niño por las muestras de sangre cada semana la perseguían hasta el laboratorio.

—¡Wow! Eres realmente buena con los niños, ese muchacho no se dejaba sacar muestras de nadie. Hasta hoy —Una de las enfermeras más jóvenes y aparentemente recién graduada caminaba junto a ella y la miraba con algo parecido a la admiración— De seguro serás una excelente madre.

—No. —Namin extendió las pruebas a la laboratoristas, junto a todos los papeles necesarios y la enfermera joven solo sintió que algo no iba bien cuando Yuri había jalado su brazo con fuerza— Yo no pienso tener hijos.

Y tal y como había aparecido, Namin se había marchado de ahí, con esa misma expresión gélida en su rostro que solamente variaba cuando se trataba de algún paciente en especial.

—No vuelvas a hablarle de esa manera, es tu superior y hay ciertos temas que no puedes tratar con tanta confianza— La corrigió Yuri y la menor solo asintió con vergüenza—  A Namin no le gustan los niños, es todo lo que necesitas saber. Así que evita ese tipo de comentarios.

—Pero ella… hace un momento…

—Ella solamente estaba haciendo su trabajo. —Yuri acomodó su cabello y suspiró— Mejor ve a revisar al paciente de la habitación 506.

—Sí.

En cuanto la muchacha avanzó, Yuri procuró seguir los pasos de Namin; y finalmente la encontró, cerca de la sala de esperas mirando desde su posición uno de los televisores en los que la presentadora de noticias parecía estar sonriente y llena de vida.

—Y entre otras noticias, el día de hoy Kim Jaejoong y Park Yoochun, los reconocidos actores por series como Protect the boss, Dr, Jin, I miss you y Rooftop prince han culminado su servicio militar y se alistan para un encuentro con sus fans en los próximos días e incluso se habla de trabajos ya en pre producción, por lo que al parecer los tendremos en pantalla muy pronto. Veamos la nota.

—¿Namin?

La mujer giró despacio y Yuri decidió sonreír un poco.

—Dime…

—¿Qué te parece si vamos por un café?

Namin solo miró la hora en su reloj y suspiró.

—De acuerdo.

El camino hasta la cafetería del hospital en las noches solía ser silencioso y vacío.

Yuri había aprendido que con el paso de los años Namin se había vuelto mucho más callada de lo normal, en algún momento pensó que haber terminado con su novio de toda la vida no le había sentado bien, pero algo le decía que la historia no terminaba ahí. Que incluso para ella las cosas no terminaban ahí.

—No sabía que te gustaran esos actores —Namin la miró con curiosidad y Yuri solamente miró hacia adelante, sintiendo la mirada de la mujer a su lado— Mirabas la noticia con bastante atención.

—No es eso. —Namin volvió a sonar serena— Un conocido también termina el servicio militar hoy, la noticia me lo ha recordado.

—Oh, ¿es un amigo?

—Solo es un conocido Yuri, pero ya no importa.

Namin continúo caminando con tranquilidad y Yuri la miró apartarse, entre las luces de la cafetería y sus pasos ligeros y suaves.

Yunho apretaba a Jaejoong contra su cuerpo, con el corto cabello del otro muy cerca de su rostro mientras sentados en el sillón miraban las noticias de la noche, Jaejoong de repente saltó en su lugar y Yunho decidió despegar su rostro de Kim y mirar la pantalla y sonrió en cuanto vio a la reportera hablar de la salida de Jaejoong y Yoochun del servicio militar.

—Dios… me veo horrible sin cabello.

Jaejoong se quejó bajito, encogiéndose en el pecho de Yunho y dejando que este lo abrazara incluso un poco más.

—No es cierto.

—Lo es y no trates de negarlo, ya quiero que mi cabello crezca rápido.

—¿Quieres que sea sincero? —Jaejoong entonces se giró para mirarlo a los ojos y Jung acarició su rostro— Incluso sin una hebra de cabello eres hermoso, ¿no te lo han dicho ya suficiente veces tus fans? Eres demasiado hermoso, malditamente hermoso.

Jaejoong rio complacido. —Idiota…

Secretamente le gustaba escuchar esas palabras.

Mucho más viniendo de él.

Luego de que la noticia pasara, Jaejoong volvió a su posición inicial y Yunho que ya había empezado a cerrar los ojos no se pudo percatar del momento en que Jaejoong le hizo conversación de algo sobre una isla en algún lugar del mundo que le gustaría visitar. Y cuando Jaejoong se giró para comprobar porque no recibía alguna una sonrisa se instaló en su cara.

—Te has vuelto viejo, Yunho. Ahora duermes con más facilidad que antes.

—¿A quién le dices viejo? —Los ojos de Jung se habían abierto de pronto y el cuerpo de Jaejoong fue colocado velozmente boca arriba en el sillón— Vas a pagar.

Pronto los dedos de Yunho comenzaron a deslizarse por las costillas de Kim quien reía divertido, pidiendo un poco de piedad. Cerrando los ojos en cada respiración profunda.

—¿Por qué debería detenerme?

—Porque me quieres mucho.

—Mmh… —Yunho pareció pensárselo, antes de agacharse un poco y besar los labios de Jaejoong— Tal vez tienes razón. —Jung entonces pasó los brazos por debajo del cuerpo de Kim y se acostó cómodamente mirando el televisor en esta ocasión.

—¡Oye! ¿No te piensas mover?

—No, estoy cómodo.

Yunho pegó su rostro al pecho de Jaejoong y continúo viendo el televisor como si nada más importara, Jaejoong sonrió una vez más y acarició la cabeza de Jung antes de acomodarse un poco mejor y levantarse un poco, para continuar viendo televisión y notar como lentamente la respiración de Yunho se hacía suave, quedando dormido profundamente en menos de diez minutos otra vez.

—Tonto…

Murmuró bajito y decidió entonces apagar el televisor, logrando moverse poco para poder sentirse cómodo otra vez y cerrar los ojos antes de suspirar tranquilo y quedarse dormido igual que Yunho lo hubiera hecho minutos atrás.

La noche se ha vuelto oscura, el viento sopla tristemente

Los columpios danzan igual que lo hacia tu cabello y mi corazón tiembla

Fin de la segunda parte

 


La canción pertenece a: U-kiss → Playground

Espero que lo hayan disfrutado, disculpen la demora, en compensación un capi un poco más largo de la habitual, ya saben para el formato de este fic xD

Nos vemos en la próxima.