Publicado en Fanfics

Libro abierto: capitulo 2


A Libro Abierto

 

Capitulo Dos:  La banda de un delegado.

 

 

Tiffany Hwang es de esas mujeres, arrebatadoramente hermosas, fastidiosamente inteligentes, es de ese tipo de personas que conoce a los demás con tan solo verlos más de una vez, entonces, de repente no entiende, y Tiffany odia no entender, por que Lee Jinki, su compañero en la clase de ciencias de pronto se muestra tan cauteloso y pensativo, tan adentrado en sus pensamientos cuando usualmente resulta ser bastante participativo y torpe a más no poder. Pero su carisma y sonrisas estúpidas, sazonadas con esa inteligencia inexplicable lo vuelve un buen compañero.

 

Y no cualquier persona puede ser compañero de Tiffany Hwang.

 

Así que se mueve un poco sobre su asiente lo mira de soslayo y vira los ojos, en verdad odia hacer este tipo de cosas, pero sabe que de vez en cuando debe humanizarse, y Onew, como se presentó hace un algún tiempo ante ella, ahora está distraído, y así, a Tiffany no le sirve. Así que recoge un poco su cabello y finge estar interesada en lo que le han pedido hacer para el experimento de ese día.

 

—Jinki…— Habla lento, con su cuerpo estirado y su figura estilizada haciendo mella en todos aquellos que la miran, aunque trata de ser discreta y que la atención del otro se pose en su cara —¿Todo está bien?

—¿Eh?— Los ojos de Onew parecen desorbitados, pero luego sonríe, como si fuera una tonta costumbre –Si… Bueno, algo así.

 

Onew se encoge, mueve un poco sus manos y revisa las anotaciones en su cuaderno, sin embargo Tiffany todavía lo mira, parece escudriñarlo con la mirada y él se mueve incómodo, entonces ella levanta una ceja.

 

—¿Algo así? No creo que algo de sencillo te tenga tan fuera de control.

—No me encuentro fuera de control.

 

Eran compañeros desde el año pasado, nunca habían cruzado más palabras de las necesarias dentro del salón y fuera de él, y sus temas nunca habían ido más allá de los trabajos, Jinki no entendía por qué de repente Tiffany lo miraba y le hablaba como si en verdad le importara.

 

—Estás distraído, no sabes que nos han puesto a hacer, y así no funcionas correctamente.

Onew sonríe –Hablas como si fuera una máquina.

 

Tiffany suspira, sus manos un poco entrelazadas, verificando sus uñas –No lo eres— Reconoce luego de un rato –Pero si no haces las cosas correctamente podemos sacar baja nota y yo no me puedo permitir bajar mi promedio— Ella lo mira como si fuera una amenaza implícita, y Jinki solo abre mucho los ojos —¿Lo entiendes, verdad?

 

Tiene el mundo entreverado, sus pasos apesadumbrados desde que Taemin hubiera cruzado el umbral de ese colegio aquella mañana, apenas estaban en la primera hora de clases y Jinki ya se atormentaba con el menor revoloteando por todos lados, admirando y buscando encontrarlo a él como el centro de atención que en realidad no era.

 

Y ahora Tiffany Wang lo confunde… Lo asusta.

 

—Trataré de prestar más atención— Susurra, tragando fuerte antes de que a muchacha haga crujir sus dedos y sonría.

—Me alegro. Siempre es bueno cruzar palabras contigo, oppa.

 

Y siente un escalofrío patético subir por su espalda. Ambos vuelven a sus trabajos, Onew más amenazado que nunca y Tiffany más animada que antes, sin embargo, igual que desde el día anterior, Taemin es lo único que abarca sus pensamientos ahora.

 

 

 

 

—Soy Kai.

 

Lee Taemin es sociable por naturaleza, inclusive logra sorprenderse así mismo cuando las personas llegan hasta él sin que pueda percatarse, por eso sonríe y aprieta manos, aún más cuando es el muchacho sentado junto a él quien se ha portado amable y le ofrecido su ayuda para cualquier cosa.

 

—Lee Taemin, mucho gusto.

 

Los ojos de Kai son amables, su mirada y sus gestos mientras le explica un par de cosas sobre el lugar y las clases, sobre los profesores y los estudiantes. Pero no menciona a su hyung, entonces espera a que Kai termine de explicar un par de cosas y pregunta curioso.

 

—¿Conoces a Lee Jinki?— Los ojos de Kai se abren con sorpresa, luego parecen dubitativos y sus ojos parecen por un momento irse de largo entre pensamientos y recuerdos –Es el delegado de Tercer año y amigo del presidente escolar.

—¿El de la banda de delegado que siempre anda con Key?— Kai aún parece inseguro y Taemin asiente de inmediato –Oh, con que así se llama.

 

Su voz suena como un problema recién resuelto, Taemin frunce discretamente el ceño.

 

—¿No lo conoces?

—No— Kai parece completamente despreocupado –No estoy muy interesado en ese tipo de cosas la verdad.

 

En el momento en que el otro levanta un poco los hombros, Taemin trata de entender, quizá esas cosas non son tan importantes por acá, o tan solo no de la manera adecuada. Jinki solo un foco de atención dentro de las altas cabezas y al resto de estudiantes, como  es normal según la edad, ese tipo de cosas los tiene sin cuidado.

 

—¿Y cómo así te transferiste?— Kai habló de nuevo, las manos en los bolsillos y caminando todavía por los pasillos –Digo, las clases comenzaron desde hace un mes apenas, pudiste inscribirte aquí desde un inicio.

—Bueno, más bien un fue un cambio de planes repentino— Murmuró, esperando la hora del receso con ansias, necesitaba verlo –Aunque yo quería este cambio desde hace mucho.

 

—Hubieras llegado ayer— Comentó de repente Kai, como si buscara no guardar silencio y mantener sus palabras activas –Los lunes el presidente tiene su momento de fama en el  micrófono y habla para todos. Aunque tengo entendido que los viernes también lo hace. Ya sabes por las fiestas y las despedidas ante el fin de semana.

 

Cada le hablaban de Key, Taemin tenía más ganas de conocerlo, de la manera en que manejaba el colegio y la forma en que la gente parecía admirarlo con un frente tan absoluto que era apreciable en cada lugar por el que pasaban.

 

—¿Qué clase de persona es el presidente?

 

Kai se detuvo un momento, mirando a la nada y pensando muy internamente en lo que estaba a punto de decir.

 

—Es una persona muy controladora y dependiente.

—¿Cómo puede ser muy controlador y dependiente al mismo tiempo?

 

—Depende mucho de su popularidad y de alguien que seguramente lo ayuda con todas las cosas de ser un presidente— Kai volvió a caminar y Taemin lo miró con atención –Por que dudo que él haga algo cuando siempre parece muy ocupado en ser popular y encantador.

 

Kai movió la mano en son de broma y Taemin rió divertido. A cada momento le daban más ganas de conocer al tal Kei, amigo íntimo de su hyung.

 

 

 

 

—Entonces nos vemos mañana después de clases para planear lo del proyecto para la feria de ciencias— Tiffany recogía sus cosas, cada bloc y lápiz que hubiera podido dejar sobre la mesa, mientras Jinki solo ajustaba la maleta a su cuerpo y asentía como si en verdad escuchara a la bella muchacha —¿No tienes que quedarte en algún club o algo, cierto?

 

—En realidad… Si— Jinki pareció recordarlo de repente, y Tiffany detuvo sus pasos antes de llegar a la salida –Pero puedo ir a tu casa después, ¿a eso de las cinco estaría bien?

—Supongo, solo llama antes de ir.

 

Onew asintió, saliendo junto a ella del salón. Tiffany con su andar firme y su mirada relegada únicamente a lo que le importaba. Pudo verla caminar hasta su casillero, el lugar que ya se encontraba amontonado por las el grupo de porristas que charlaba y conversaba como si nada, entre chismes y falditas cortas.

 

—No entiendo esa amistad tan distorsionada— La voz de Key llegó a sus oídos de repente, el otro se había parado a su lado como si nada, abrazando sus cuadernos –Tiffany Wang es tan inteligente, elitista y sofisticada. Toda una reina, y las porristas en cambio son tan huecas y superficiales. En especial Jessica Jung— Key hasta sin pretenderlo había fruncido el ceño –Esa es la líder de esa manada.

 

—Pero Tiffany no es porrista.

—Lo sé— Key agitó un poco su cabello –Es por eso que no entiendo como puede ser tan amiga de Jessica.

 

El pasillo de pronto pareció morir en un silencio ante los pasos que resonaron y la presencia imponente de cabello largo y lacio de la muchacha que caminaba con seguridad ante ellos y se detenía justamente frente a los casilleros, con el uniforme de porrista y la ‘C’ de capitana brillando con piedras que asemejaban brillantes en un costado de su estrecha cintura.

 

Los ojos oscuros de la recién llegada se cruzaron con los de Key, y él únicamente sonrió burlón, esa guerra auto impuesta que la misma capitana de las porristas había creado.

 

—Chicas, hay que ir a entrenar— Habló suave, con su voz climatizada antes de detectar a la otra acompañante del montón de muchachas que vestían el rosa y negro tan pegado a la piel –Hola Tiffany.

—Hola Yuri.

 

Fue como tensión incorporada, las miradas posadas en las contrarias antes de que Jessica sonriera poco e hiciera algún comentario sin importancia, aferrada al brazo de Tiffany todavía pidiéndole que las acompañara al entrenamiento. Yuri sin embargo solo negó antes de virar los ojos y regresar su nefasta mirada hacía Key, pasando junto a él con un vaivén de caderas que resultaba amenazante a la vista de cualquier hombre que pasara junto a ella.

 

—Presidente.

—Capitana.

 

Jinki tragó duro. Siempre había optado por la posibilidad de que esos dos se odiaran a muerte o que simplemente tuvieran una historia detrás que lo justificara todo y sin embargo Key solo detestaba la imponencia de Yuri al pasar, y Yuri parecía odiar la influencia de Key al hablar. Una guerra muda y sin sentido mientras las porristas se unían en un desfile hacía las canchas para ir a entrenar, robando miradas y suspiros. Con Tiffany encaminándose a un lugar completamente diferente.

 

—Este lugar es como una jungla— Comentó de repente, llamando la atención de Kibum quien lo miró confundido –Todos parecen querer saltar sobre todos con tal de conseguir el mando.

—Es un juego de popularidades, deberías estar acostumbrado  a eso.

 

Pero ¿cómo estarlo?

Si nunca había rozado los placeres de ser popular. Jinki en ocasiones no entendía a Kibum, su codicia por la popularidad saturada con aquella aversión a los que son populares. Kibum era extraño, demasiado extraño.

 

—¡Hyung!

 

El caos de sus problemas llegó cuando Taemin apareció por los pasillos con su sonrisa grande y el entusiasmo reflejado en su rostro, colgando velozmente de su cuello, llamando demasiado pronto la atención. –Ya es receso— Lo comunicó como si fuera una noticia realmente esperada y Onew sonrió casi por inercia –Estaba esperando esta hora para que habláramos.

 

—¿Quién es él?

 

Key, quien nunca se puede quedar de lado y mucho menos ignorado, dio un paso hacía ambos y Taemin tuvo que separarse un poco, mirando al otro con curiosidad.

 

—Soy Lee Taemin— Sonrió amable –El mejor amigo de hyung— Apresó sus manos un poco más a los hombros de Jinki y este sonrió un poco más, como si Taemin le brindara esa seguridad que tanto le hacía falta.

—¿Mejor amigo?— Key pareció analizar, de pies a cabeza —¿Y en qué año estás?

 

—Primero.

 

Taemin respondió orgulloso, sin embargo Key rió intentando fingir que trataba de controlarse o al menos disimularlo.

 

—¿En primero?— Y el deje despreciativo de Kibum hizo a Taemin arrugar el entrecejo. Jinki en cambio solo suspiró acostumbrado —¿Tu mejor amigo es un muchachito de primero, cuando tú ya estas en tercero y apunto de graduarte?

—¿Eres Kim Kibum, cierto?— Taemin habló, casi sin esperar a que Key terminara su burla –El presidente escolar.

 

—Así es— Key pareció reincorporarse, altivo y seguro –El mismo.

—Pues no entiendo como alguien tan desagradable pudo reunir los suficientes votos para conseguir la presidencia.

 

Los ojos de Onew se abrieron de par en par y Kibum casi de inmediato detuvo los gestos en su rostro, apretando ferozmente los puños.

 

—¿Qué dijiste?

—No importa si yo tengo quince y hyung diecisiete. Somos amigos, hablamos de cualquier cosa y nos completamos, algo que seguramente tú no tienes con nadie por que…

 

Las palabras de Taemin fueron tapadas inmediatamente por la mano de Jinki que se posó sobre sus labios mientras el chiquillo se removía entre sus brazos dispuesto a seguir replicando y Kibum solo se ponía más rojo ante toda la rabia que el muchacho le estaba provocando con su palabra.

 

—Eh… Bueno, creo que iré a almorzar, nos vemos luego Key.

 

Taemin se seguía sacudiendo a pesar de que Onew tenía la suficiente fuerza como para que se quedara quieto y Kibum, indignado como nunca antes, solamente los vio marcharse de ahí con un Jinki hablando bajo y un Taemin que aún no era libre entre sus brazos.

 

 

 

 

—¿Otro dos?

 

Mir habló suave, el salón ya vacío mientras la gran mayoría había salido a almorzar y Joon todavía se lamentaba sobre su asiento con la lección recién calificada entre sus manos.

 

—Si… Soy un asco, el entrenador me va a gritar de todo hoy— Mir tomó la hoja entre sus manos y Joon aprovechó entonces para rescatarse sobre su asiento y seguir lamentándose por su suerte –Y si sigo así de seguro me sacan del equipo de kendo.

—Lo siento, hyung— Susurro Mir –Debí enseñarte mejor o buscarte a alguien mejor que yo para que te ayudara.

 

—Está bien Mir, al menos tú sacaste cinco.

—La cual no es una buena nota, hyung.

—Pero al menos es más decente que la mía.

 

Joon suspiró, mirando por la ventana como si buscara las soluciones entre el campo abierto que se encontraba frente a él, y Mir entonces sonrió, con la ventana de sus soluciones a la vista y llamando la atención del otro mientras posaba la hoja con fuerza en el asiento.

 

—¿Y si pides una tutoría?— Joon parpadeó confundido –He escuchado que el delegado de tercero es bastante bueno dando clases.

—¿Jinki?

 

Mir alzó una ceja —¿Lo conoces?

 

Entonces Joon tosió discretamente, irguiéndose un poco y fingiendo que sus palabras no habían sido tan impulsivas.

 

—No— Tragó duro –Pero he escuchado hablar de él. Dicen que es muy inteligente y que está en los primeros lugares siempre. Es todo.

—Que bueno que eso es todo— Habló sarcástico el menor antes de suspirar y mirar la nota de Joon –Aún así deberías pedirle ayuda. En el tablón de anuncios están sus datos para que puedas contactarte con él.

 

Joon miró la hoja y su brillante calificación resaltando igual que su padre cuando miraba su tableta de calificaciones, el kendo era lo único que le quedaba y lo alejaba de lo horrible que era sentirse devastado por las calificaciones.

 

—Supongo que estaría bien— Murmuró intranquilo, con un cosquilleo extraño en el estómago y los nervios revoloteando por todos lados –Lo llamaré al salir de clases.

 

 

 

 

—¿No entiendo como puedes ser amigo de alguien así, hyung?

 

Taemin todavía seguía reprochándose muchas cosas al mismo tiempo que caminaba entre las gradas para ocupar uno de los lugares más alto, lo suficientemente lejos de los oídos de los demás.

 

—Ya Taemin, tampoco es que seamos los mejores amigos— Murmuró Onew, sentándose al fin y estirando un poco su cuerpo –Nuestros padres son bastante cercanos, así que por correlación nosotros nos conocimos, es todo. Coincidimos aquí y ya.

—Pues él no me agrada. Ni como te trata, ni como te mira.

 

Si bien todo eso era cierto, Onew no podía simplemente mirar a los ojos a Taemin y lamentarse por ello, aunque la presencia del menor en el Colegio lo hiciera sentirse menos solo que antes.

 

—¿Cómo puedes decir todo eso si apenas cruzaste palabras con él?

—Te miraba como si se creyera mejor que tú y basta con lo que me dijo para saber que no te aprecia como debería.

 

Taemin se sentó finalmente, cruzado de brazos y con un pequeño puchero en sus labios. Y Onew decidió por el bien de todos dejar el enojo de Taemin reposar por un rato. Bajo ellos el equipo de futbol corría y practicaba, mientras la música a todo volumen marcaba los pasos de las porristas que lideradas por Yuri y con Jessica a la cabeza de la torre desconcentraban al resto.

 

—Hyung…— No necesitaba de demasiadas palabras para saber que su pesar había llegado mientras Taemin lo miraba de soslayo —¿Por qué nadie parece conocerte más allá de ser el delegado de tercer año?

—Por que en realidad, ser yo no es la gran cosa— Habló lento, empezando a comer del pequeño almuerzo que había llevado ese día mientras los ojos del menor lo apreciaban en su totalidad –A nadie le importa quien está entre los mejores promedios del país siempre y cuando el equipo de futbol gane y traiga trofeos reales al colegio.

 

—Eso es tonto…— Jinki miró a Taemin con sorpresa –Ellos solo patean un balón, tu usas tu cerebro, tu eres el que le trae reconocimiento y prestigio al colegio. Ellos solo son el aditivo.

 

Era una lástima, una verdadera lástimas que no hubieran más personas como Taemin ahí.

 

—Eres increíble— Murmuró risueño cuando el menor finalmente hubiera empezado a beber su jugo –Serás popular— Agregó de repente mientras Taemin abría sus ojos ante la sorpresa.

—¿Por qué lo dices hyung?

 

—Eres lindo, amable, divertido y considerado. Ojalá no te olvides de tu hyung.

—¡Eso jamás!— Se aventuró a decir Taemin con su puño en alto –Aunque si me interesaría entrar en el equipo de fútbol.

 

Abajo los del equipo ya habían empezado con un partido de práctica mientras la voz del entrenador se escuchaba mejor que si usara un micrófono con alto parlante. Taemin veía gustoso el entrenamiento y Onew lo veía con cariño, con ese aprecio propio que se tiene a los hermanos pequeños, y sobre todo por que Taemin no hacía muchas preguntas y parecía entenderlo todo, mejor de lo que Onew hubiera esperado, matando todo su martirio de golpe.

 

 

 

 

—Señores estudiantes— La voz de la secretaría sonó por los parlantes del lugar, llegando a todos los salones, en el momento en que Onew más concentrado se encontraba –Favor de enviar un representante por cada salón, correspondiente a los estudiantes de primero, segundo y tercer año de preparatoria.

 

La comunicación se cortó y el profesor de matemáticas inmediatamente miró a todos los alumnos que empezaron a fingir que hacían cualquier otra cosa que mirar al salón.

 

—Que vaya el delegado.

 

Se escuchó una voz perdida entre los estudiantes y Onew se encogió en su asiento, lamentándose por haber terminado el ejercicio más difícil y no haberlo dicho a tiempo.

 

—¿Joven Lee terminó con sus ejercicios?

—Si, profesor.

—De acuerdo, vaya entonces a secretaría.

 

Se levantó con pereza, como si no tuviera las ganas totales de hacerlo aquel día y aún así obedeció, el camino hasta secretaría nunca era lo demasiado largo para su suerte y llegó justo antes de lo que esperaba. Iba a abrir la puerta cuando ésta se abrió de repente y los ojos grandes del muchacho frente a él lo enfocaron fijamente antes de que dibujara una sonrisa burlona en su rostro.

 

—Buenas tardes, delegado.

 

Choi Minho, insoportable como siempre le abría un poco más la puerta y Onew, que desconfiaba como se desconfía de los escorpiones, que atacan más por impulsividad que a consciencia, se abstuvo.  Sin embargo Choi le hizo un gesto con la mano mientras los demás ya notaban su estoicismo parado aún en el umbral de la puerta.

 

—Buenas.

 

Lo comentó apenas, antes de que el pie de Minho se interpusiera y él trastabillara torpemente hacía adelante, escuchó gemidos ahogados de un par de muchachas ante la impresión de verlo tropezarse, pero su rostro no llegó a dar al suelo, unos brazos lo sujetaban con fuerza y se presionaban contra sus costados, casi doliendo, pero era mejor el dolor a la humillación, así que Jinki abrió los ojos agradecido, y reconoció el rostro serio y afilado del muchacho que lo sostenía.

 

—¿Estás bien?

—Si— Se reincorporó, sintiendo todavía la presión de esas manos al agarrarlo como una presión ante una fuerza no medida –Gracias.

 

Minho detrás de él solo rodaba los ojos y Onew lo miró frunciendo el ceño. La mayoría de los que se encontraban ahí eran conocidos por ser presidentes de salón, delegados o gente con carácter, Minho ahí sin embargo tenía como único justificativo perder alguna clase. Jinki se movió inconforme y se sentó junto al muchacho que lo había ayudado y una chica de tercer año del salón D.

 

Mientras esperaban que el director saliera los segundos pasaban lentos y Onew podía sentir claramente la mirada penetrante de Minho quien seguramente al encontrarse solo en ese lugar no podía hacer otra cosa que planear algo más con que fastidiarlo, Jinki entonces prefirió ignorarlo, ahí dentro por lo menos no podía hacerle algo, así que miró al muchacho junto a él que parecía tenso mientras miraba sus manos y parecía concentrado en algo.

 

—Disculpa— Trató de ser suave, de no meterse intrusamente en sus pensamientos, pero el otro solo se alejó un poco y lo miró con nerviosismo. El otro era demasiado alto y corpulento como para temerle, así que Jinki decidió sonreír y ser amable —¿Tú fuiste el muchacho que la vez pasada me ayudó con la camisa?

 

—Si— Finalmente el otro pareció relajarse, asentir un poco y a Jinki le resultó interesante, que siendo tan imponente a la vista, el otro muchacho pareciera incluso pequeño a su lado –Estabas en apuros, supuse que era lo correcto.

—Pues muchas gracias— Jinki entonces decidió estirar su manos –Soy Onew.

 

—Joon.

 

Cruzaron sus manos y Jinki sonrió, como le sonríe a las personas que se ganan su aprecio, aunque fuera por un simple gesto como su aparición extraña en el baño, solucionando su día y marchándose como si su presencia no fuera necesaria. Joon le sonaba  a buen chico, y quizá si, la presencia de Taemin auguraba buenos ratos en su vida. La puerta se abrió nuevamente y la delgada figura de Kibum sorprendió a todos por su atraso y aún más por su mirada afilada puesta en las manos que Onew y Joon compartían.

 

—Fui a buscarte a tu salón— Empezó, caminando hacia Onew mientras los veía soltarse y Jinki le sonreía como si en realidad no hubiera hecho algo –Pero me dijeron que ya habías salido.

—Si, me escogieron de inmediato.

 

Key asintió, mirando en esta ocasión a Joon quien parecía entretenido en mirar a Onew y entonces estiró su mano.

 

—Kim Kibum, presidente escolar.

Los ojos de Joon lo miraron un segundo –Soy Joon.

 

Y el saludo escueto, el contacto de apenas un segundo de sus manos hizo a Kibum sonreír torpemente.

 

—Bueno chicos, lamento la demora— El director salió de repente, matando todas las tensiones e intereses, con la secretaria a un lado, llena de un montón de papeles entre las manos –Los llamé para que me ayudaran a comunicarles a cada uno de sus salones que las inscripciones para la candidatura de presidencia estarán abiertas por una semana, los papeles que les van a dar tienen el reglamento y todo lo que puedan necesitar.

 

Pronto cada uno tuvo lo necesario entre sus manos, Jinki miraba curioso el fajo de papeles que le habían entregado y solo pudo pensar con pesar en las fiestas, las promesas vánales y el concurso de popularidad que se venía y que Key seguramente ganaría.

 

—¿Y dime Key?— El director posó cordialmente su mano sobre el hombro de Kibum —¿Piensas ser candidato de nuevo?

—Estoy pensándolo…

 

Kibum sonrió afable y Jinki solo pudo suspirar.

…Otra vez.

 

 

 

 

—Así que pensaba llamarte para que me ayudaras con esto, si bajo de calificaciones aún más me meteré en problemas. Y bueno, todo el mundo dice que eres muy bueno explicando.

 

Jinki se sintió halagado, como muy pocas veces mientras caminaba a su salón y Joon lo acompañaba, mencionando cosas como que era un buen estudiante y él necesitaba ayuda. Sonrió en ese instante, justo antes entrar a su salón y mirando al otro que lo miraba expectante.

 

—Será un placer ayudarte.

—¿En serio?— Jinki asintió –Perfecto, nos vemos a la salida entonces.

 

Onew volvió a asentir y Joon se marchó subiendo las escaleras a su salón, antes de que claro la voz de Kibum lo detuviera, haciendo eco en los pasillos –¡Onew!— Apareció ante sus ojos como si lo hubiera estado siguiendo de repente y con el entrecejo arrugado —¿No que no lo conocías?

 

—¿A quién?— Preguntó ingenuo mientras Kibum empezaba a exasperarse y golpeteaba el piso con su pie —¿A Joon?

—No, al fantasma a tu lado. Por supuesto que a Joon.

 

—No lo conozco— Aseguró de inmediato –Acabamos de toparnos en secretaria y ahí hablamos.

—¿Entonces por que te ayudó ese día con la camisa?

 

—Bueno…— Jinki reflexionó un poco, acentuando una idea lo suficientemente coherente de repente —¡Ya se!— y golpeó con su mano la palma de la otra, festejando con una sonrisas entre sus labios. Ahora todo tenía sentido, un muchacho como Joon, apuesto, popular y capitán de Kendo no podía ayudarlo solo por que sí –Seguramente me ayudó por que sabía quien era yo y necesitaba que lo ayudara con las materias en las que tiene bajo rendimiento.

 

—¿Te pidió ayuda?

—Si, camino acá. Al parecer soy bueno explicando y él está mal en varias materias.

 

Kibum lo miró con duda, movió un poco su cuerpo y luego suspiró largamente.

 

—Como sea… No hagas cosas tontas— Onew lo miró, un poco confundido mientras Kibum se mostraba perturbadoramente tímido.

—¿Key?— Los ojos del otro lo miraron y Jinki sonrió —¿Te gusta Joon?

 

Kibum tosió, como si el sonrojo fuera notorio y pasó una mano discretamente por su nariz, mirando de un lado a otro.

 

—No… Quizá, no lo sé. Sería bueno que aprovecharas estas clases y me dieras un poco de información.

Jinki asintió –Lo haré— Kibum respiró hondo y se irguió nuevamente, dispuesto a marcharse al parecer –Key— Lo llamó de nuevo –No te molestes con Taemin, es un poco impulsivo a veces y…

 

—Solo mantenlo lejos de mí.

 

Y antes de que Onew pudiera decirle algo, el otro ya se estaba marchando, Jinki suspiró.

Las personas como Kibum hablaban mucho, pero dejaban más palabras colgando que las que compartían.

 

 

 

 

—Así que te transferiste hoy.

 

Taemin asintió con una pequeña sonrisa en los labios. Jonghyun a su lado analizándolo como si pudiera él solo tomar la decisión adecuada mientras Minho hablaba con el entrenador y el resto de jugadores lo rodeaban haciéndole preguntas tras preguntas.

 

—Si, la verdad es que fue como un golpe de suerte ya me había hecho a la idea de que no podría entrar este año. Y este era el último año que me quedaba.

—Pero ¿por qué el último, no estás en primero?

 

—Bueno…— Taemin sonrió –Es que mi hyung se gradúa este año, y siempre quise hacer cosas con él en el colegio, competencias, salidas, cosas como esas.

—Oh, ¿y quién es tu hyung? ¿Lo conocemos?

—Está en tercero, su nombre es…

 

—Listo— Minho apareció de repente, con la botella de agua entre sus manos y la ropa de entrenar ya puesta –Hablé con el entrenador y accedió a tomarte una prueba para que puedas entrar al equipo, a pesar de que las pruebas oficiales ya terminaron.

—Es delgado y parece ágil— Comentó Jonghyun, apoyado en los hombros de Choi –Seguramente es rápido en la cancha.

 

Taemin asintió entusiasmado mientras los del equipo le platicaban sobre los beneficios de entrar en el equipo de futbol. Su celular sonando lo hizo distraerse un rato mientras les daba la espalda y contestaba.

 

—¿Hyung?

Taemin ¿dónde estás? Ya es la hora de salida y además quedé con un compañero de ayudarlo con algunas clases.

 

—Oh. Entonces ve hyung yo estoy haciendo unas pruebas para entrar a un club, te cuento mañana ¿si?

De acuerdo, regresa con cuidado entonces.

 

—Si, hyung hasta luego.

 

Taemin regresó hacía donde se encontraban los demás, la cancha abierta y el olor a fresco de la mañana mientras el resto de los jugadores parecían verdaderamente amigables y divertidos. Taemin sonrió, por que esperaba estar tomando la decisión correcta, le apasionaban los deportes, y quería hacer de este último año para Jinki el más especial de todos.

 

 

Fin Capitulo Dos.

6 comentarios sobre “Libro abierto: capitulo 2

  1. me ha gustado!!
    Tenia un tanto sin leerte.
    Onew es tan kawai, a pesar de que se cae a cada rato el pobre xD
    sigue escribiendo nesly.
    Saludos ^^

    Me gusta

  2. Hermoso nesly apesar de que soy una minkey shipeer esta pareja se me hace super tierna , minho tendra mucha competencia jajjaa pero se lo merece por creido espero que po

    Me gusta

☆ Por que mi único sueldo, son sus bellos comentarios ↓ ツ